Nos cuenta el TaNaJ en Melajim II 25:1 que "Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo (Tevet), a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor", es de aquí que cada 10 de Tevet - el día en el cual comenzó el sitio de Ierushalaim - conmemoramos y recordamos el comienzo de una cadena de calamidades que terminaron finalmente con la destrucción del Beit Hamikdash y es por eso que esta fecha fue decretada como día de ayuno público. Este ayuno fue instaurado como "medio ayuno", nos abstenemos de comer y beber desde el amanecer hasta el anochecer, y solemos agregar Selijot (oraciones penitenciales) y otros suplementos especiales a nuestras oraciones. Este día se considera tan importante que es observado incluso si cae en viernes (erev Shabbat).

Otros acontecimientos conmemorativos que caen inmediatamente antes del 10 y fueron todos incluidos en esta fecha dado que ayunar tres días seguimos, en el día 8, el día 9 y el día 10 de Tevet consecutivamente no sería razonable:

El 8 de tevet, el rey Ptolomeo de Egipto forzó a los eruditos judíos a reunirse y traducir la "Biblia hebrea" al griego. A pesar de que el Talmud nos relata que este proyecto fue bendecido con un milagro - los 70 eruditos fueron puestos en cubículos separados, y sin embargo terminaron con la misma traducción - la visión general de los rabinos de la época sobre este proyecto fue decididamente negativa. El Talmud registra que cuando esta traducción se hizo pública "la oscuridad descendió al mundo".

Nuestra tradición también sostiene que el día 9 del mes de Tevet es el día de la muerte de Ezra el Escriba. Fue bajo su dirección e inspiración - junto a la ayuda de Nejemia - que fue construido el Segundo Templo, a pesar de haber sido en una escala y estilo mucho más modestos que la grandiosidad del Templo de Salomón, este hombre en su época fue un personaje muy importante y así lo recordamos. Para el Talmud, este grandioso judío fue comparable a Moshé, si la Torá no hubiese sido entregada por medio de Moshé, podría haber sido entregada a Israel por medio de Ezra:

«Se enseña en una baraita (Tosefta 4:5): Rabí Iosi dice: Ezra era adecuado, dada su grandeza, para que él diera la Torah al pueblo judío, si Moshé no hubiera venido primero y ya hubiera recibido la Torah. Con respecto a Moshé, el versículo dice: "Y Moshé subió a Di-s" (Shmot 19:3), y con respecto a Ezra, el versículo dice: "Este Ezra subió de Babilonia y era un escriba listo en la Torah de Moshé. que el Señor, Di-s de Israel, había dado" (Ezra 7:6). Así como la subida declarada aquí, con respecto a Moshé, es para la Torah, que él recibió de Di-s y transmitió al pueblo judío, así también, la subida declarada allí, con respecto a Ezra, es para la Torah, como enseñó Torah al pueblo judío y era adecuado para haber merecido originalmente darla» Sanhedrin 21b.