MELAJIM II 23:1 - 23:9; 23:21 - 23:25

(23) ¹ Entonces el rey mandó que se reuniesen con él todos los ancianos de Iehuda y de Ierushalaim. ² Y subió el rey a la casa de Hashem con todos los varones de Iehuda, y con todos los moradores de Ierushalaim, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Hashem. ³ Y el rey se puso en pie junto a la columna, e hizo pacto delante de Hashem, de que irían en pos de Hashem, y guardarían sus mandamientos, y sus testimonios, y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto. ⁴ Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Jilkiahu, y a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Hashem todos los vasos que habían sido hechos para Baal, para Ashera, y para todo el ejército del cielo; y los quemó fuera de Ierushalaim en el campo de Kidrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Betel. ⁵ Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Iehuda para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Iehuda, y en los alrededores de Ierushalaim; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodiaco y a todo el ejército del cielo. ⁶ También sacó la imagen de Ashera fuera de la casa de Hashem, fuera de Ierushalaim, al torrente de Kidrón, y la quemó en el torrente de Kidrón, y la redujo a polvo, y echó el polvo de ella sobre los sepulcros de los hijos del pueblo. ⁷ Además derribó las casas de los sodomitas que estaban en la casa de Hashem, en las cuales las mujeres tejían pabellones para Ashera. ⁸ E hizo venir todos los sacerdotes de las ciudades de Iehuda, y profanó los lugares altos donde los sacerdotes quemaban incienso, desde Gueba hasta Beer Sheba; y derribó los altares de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Ioshúa, gobernador de la ciudad, que estaban a la mano izquierda, a la puerta de la ciudad. ⁹ Pero los sacerdotes de los lugares altos no subían al altar de Hashem en Ierushalaim, sólo comían panes sin levadura (matzot) entre sus hermanos. ²¹ Entonces mandó el rey a todo el pueblo, diciendo: Haced Pésaj a Hashem vuestro Dios, conforme a lo que está escrito en el libro de este pacto. ²² En verdad que no se había celebrado tal Pésaj desde los días de los jueces que gobernaron a Israel, ni en todos los días de los reyes de Israel, y de los reyes de Iehuda. ²³ En el año dieciocho del rey Ioshiahu se celebró aquel Pésaj a Hashem en Ierushalaim. ²⁴ Asimismo barrió Ioshiahu los encantadores, los adivinos, las imágenes de los ídolos, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Iehuda y en Ierushalaim, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Jilkiahu había hallado en la casa de Hashem. ²⁵ No hubo antes otro rey como él que se convirtiese a Hashem con todo su corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moshé; ni después de él se levantó otro igual.