Lectura Shmot (Éxodo) 33:12 a 34: 26
Moshé le pide a Di-s que desea conocerlo y Di-s le asegura que lo acompañará todo el camino. Moshé le vuelve a decir que desea contemplar Su Presencia, por lo que Di-s le acepta pasar Sus atributos de bondad ante Moshé, enseñándole Su Nombre. No podría ver Su rostro porque al hacerlo no sobreviviría, pero se colocaría sobre una roca específica, en la que Di-s lo ubicaría en una hendidura, pondría Su mano sobre Moshé y solo lograría verlo desde atrás.
Le ordenó Di-s a Moshé labrar dos tablas como las primeras que había quebrado, y en ellas Di-s escribiría las palabras que estaban escritas en las primeras, con éstas debía subir al monte Sinai, nadie más podría acercarse al monte. Así lo hizo Moshé. Estando en el Monte Sinai, Ado-nai pasó ante él y Moshé proclamó: “Ado-nai Di-s benévolo, compasivo y precioso, lento para la ira y de inmensa bondad y verdad. El mantiene la bondad para dos mil generaciones, perdonando iniquidad, transgresión y pecado, absuelve y no absuelve, recuerda la iniquidad de los padres en los hijos y los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación”. Moshé se arrodilló y le rogó a Di-s que anduviese siempre con el pueblo y perdonara la iniquidad, tomando al pueblo como Su posesión y Di-s pactó con Moshé diciéndole que el pueblo de Israel vería Sus maravillas. Para esto le ordenó a Moshé no pactar con los habitantes de Canaán que estaba echando de delante de Israel, Israel se debía cuidar de la idolatría.
Ordena Di-s guardar la fiesta de las matzot (Pesaj), la ley del primogénito, guardar Shabat, celebrar Shavuot y la Fiesta de la Recolección a la vuelta del año. Tres veces al año presentarse ante Di-s. Ampliará tus fronteras y nadie envidiará tu tierra. No harás pasar la noche al sacrificio ofrendado en Pésaj, traerás a la casa de Di-s tus frutos más selectos. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.