La Guemará pregunta: ¿Qué es Janucá y por qué se encienden luces en Janucá? La Guemará responde: Los Sabios enseñaron en Meguillat Taanit: El veinticinco de Kislev, los días de Janucá son ocho. Uno no puede entristecerse y no puede ayunar en ellos. ¿Cuál es la razón? Cuando los griegos entraron en el Santuario, profanaron todos los aceites que había en el Santuario tocándolos.
Y cuando la monarquía jashmonea superó a ellos y salió victoriosa sobre ellos, buscaron y encontraron sólo una vasija de aceite que se colocó con el sello del Sumo Sacerdote, sin ser molestados por los griegos. Y ahí había suficiente aceite para encender el candelabro solo por un día. Ocurrió un milagro y encendieron el candelabro durante ocho días. Al año siguiente, los Sabios instituyeron esos días y los hicieron festivos con la recitación de hallel y una acción de gracias especial en oración y bendiciones.
Al encender las velas de cada día recitamos todas las noches las brajot:
Baruj ata Adon-i Eloheinu melej haolam, asher kideshanu bemitzvotav, vetzivanu lehadlik ner shel Januca.
Bendito eres Tú, Hashem, Di-s nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Januca.
Baruj ata Adon-i Eloheinu melej haolam, sheasa nisim laavoteinu, baiamim hahem bazman haze.
Bendito eres Tú, Hashem, Di-s nuestro, Rey del universo, que realizó milagros para nuestros antepasados, en aquellos días en esta época.
Sólo la primera noche (o la primera vez que encendemos) recitamos:
Baruj ata Adon-i Eloheinu melej haolam, shehejeianu vekiimanu vehigiianu lazman haze.
Bendito eres Tú, Hashem, Di-s nuestro, Rey del universo, que nos ha mantenido con vida, nos sostuvo y no ha permitido llegar a esta ocasión.
Recordar: Las velas las colocamos de derecha a izquierda, y las encendemos de izquierda a derecha.