Esta semana comenzamos nuevamente a releer la Torá. Nuevamente nos encontramos en Bereshit, en el Comienzo. Para los que seguimos la costumbre de la lectura trienal, este año nos toca el tercer tercio, estamos en el año donde finalizaremos la lectura de cada Sefer cerrando un ciclo completo de 3 años.

En la sección de esta semana, nos toca leer la genealogía de Adam, nombrando la cantidad de años en vida de él y cada uno de sus descendientes.

"Y fueron todos los días que Adán vivió, novecientos treinta años; y murió." Bereshit 5:5

Todo lo que nos dice la Torá en estas líneas son los nombres de algunos personajes bíblicos, mientras que por cada uno menciona que engendraron hijos e hijas. Es interesante repasar la cantidad de años de vida de cada uno y su comparación a su antecesor y su sucesor, dónde no siempre el hijo vivió más que el padre a pocas excepciones. (1)

Y así se llegan a los días de Noaj dónde nos remarca la Torá que los hombres se multiplicaban, que los hijos de los señores veían a las hijas del hombre hermosas y las tomaban para sí. Y de repente nos remarca “Y dijo el Eterno: no luchará para siempre conmigo mi espíritu por causa del hombre, porque él es también carne; y serán sus días (de vida) ciento veinte años.” Ber. 6:3.

¿Qué puede significar este cambio abrupto de tema?, el texto que sigue diciendo, los hijos de los señores conocieron a las hijas del hombre y les parieron hijos. Los señores hace referencia a los jueces, hombres de poder, y en esto se puede basar en que los hijos fueron los valientes que siempre hubo, varones de fama.

Nos dice el Midrash que en esos días, el ser humano vivía cómodamente, como si fuera el Gan Éden, sin embargo de a poco se fueron corrompiendo y comenzó la inmoralidad, derramamiento de sangre, idolatría... pero a pesar de todo ello, el Eterno seguía manteniendo hacia ellos una actitud de benevolencia y misericordia como pocas veces, sin embargo a lo anterior se adicionó a la conducta de las gentes de ese tiempo, otro elemento que fue el que sobrepasó la "Santa Paciencia y provocó la ira del Santo"; me refiero al “robo”.
Se convirtieron en ladrones consuetudinarios , ya no sembraban sino que le robaban al vecino su cosecha, se robaban los animales y si veían un burro o un buey en manos de un huérfano, un desamparado o una viuda igualmente se lo quietaban. La gente estaba tan temerosa incluso de que los despojaran de sus vestimentas que preferían andar desnudos por temor a ser robados de lo único que les quedaba. El robo socaba la misma estructura de la sociedad, socaba el respeto por lo ajeno y lleva al hombre al límite de la barbarie al no esforzarse por sus cosas sino que más bien prefiere quitárselas a los demás, fomentando una forma de vida vergonzosa y antinatural donde el hombre llegó a vivir del “pan de la vergüenza”.

Y aquí es cuando Di-s empieza a pensar que no fue bueno la creación de la humanidad y la posibilidad de borrar de la faz de la tierra tanto hombre como animales creados. Pero el fin de Bereshit marca el comienzo de otra sección, algo que si fuera una novela parecería una luz en la ruta: "Mas Noaj halló gracia ante los ojos del Eterno". Lo que sigue lo conocemos pero sin embargo es parte de otro capítulo.

Shabbat Shalom
Sergio Man - Baal Tefilá

Genealogía

⁽¹⁾Adam
130 años – Engendra a Shet
930 años - Muere Adam

Shet
105 años – Engendra a Enosh
912 años – Muere Shet

Enosh
90 años – Engendra a Keynán
905 años – Muere Enosh

Keynán
70 años – Engendra a Mahalalel
910 años – Muere Keynán

Mahalalel
75 años – Engendra a Yared
895 años – Muere Mahalalel

Yared
162 años – Engendra a Janoj
962 años – Muere Yared

Janoj
65 años – Engendra a Metushalaj (Matusalén)
365 años – Desaparece Janoj, quien "anduvo con Di-s", nos dice el texto.

Metushalaj
187 años – Engendra a Lamej
969 años – Muere Matusalén

Lamej
182 años – Engendra a Noaj
777 años – Muere Lamej

“Y le llamó de nombre Noé (Nóaj), diciendo: Este nos dará descanso de nuestras obras y del dolor de nuestras manos, a causa de la tierra que maldijo el Eterno.” Ber. 5:29

Noaj
500 años – Engendra a Shem, Jam y Yafet