Ieshaiahu (Isaías) 54:1-10
Esta semana leeremos la quinta de las siete profecías de consuelo para el pueblo de los hijos de Israel, extraídas del libro del profeta Ieshaiahu (s. VI a.e.c.). En esta profecía - que hace referencia a los días de la redención final - Ieshaiahu compara a la ciudad de Jerusalem con una mujer estéril y abandonada pero que al final dará a luz; así también ocurrirá con Jerusalem, a pesar de que sus hijos fueron llevados al exilio, y ella se asemejó a una mujer estéril que no tenía hijos, en el momento de la salvación sus hijos retornarán a ella.
Uno de los más importantes comentaristas de la Biblia llamado el Malbim (Meir Leibush Ben Iejiel Mijal, 1809 - 1879) nos ofrece un bonito comentario para explicar las palabras de D'os a su pueblo:
"Por un pequeño instante te he abandonado mas con gran misericordia te recogeré" (54:7)
Debes saber que el tiempo que te he abandonado será considerado como si sólo se hubiera prolongado por un pequeño instante en comparación con la grandeza de la futura redención, pues con gran misericordia te recogeré.
"Con enojo efímero oculté Mi Rostro por un instante de ti mas con eterna benevolencia tendré misericordia de ti, ha dicho tu Redentor, D'os" (54:8)
He ocultado Mi Rostro por un instante de ti por el enojo, pero fue sólo un enojo efímero en comparación con la benevolencia del perdón del pecado, pues Mi misericordia vino como consecuencia de la eterna benevolencia que tuve al perdonar tu pecado para siempre.
"Como las aguas de Noaj (Noé) esto es para Mí: así como he jurado que no pasarán más las aguas de Noaj sobre la tierra, así también juro no enfurecerme contigo ni reprenderte" (54:9)
Así como he jurado en los días de Noaj (Noé) que no habrá otro diluvio sobre la tierra, pues tuve piedad por todo el mundo - para que no sea destruido, así también tú eres importante para Mí como todo el mundo, y la posibilidad de que me enoje contigo es tan dura para Mí como si traería un diluvio de agua para destruir toda carne, y así como he jurado que no pasarán más las aguas de Noaj sobre la tierra, así también juro dos juramentos:
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no enfurecerme contigo por tu pecado.
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ni reprenderte enviándote al exilio.