Hace unas semanas atrás me decía una persona de comentarios que escuchaba sobre gente que menosprecia a la Torá diciendo que es un texto de muchos años, que no tiene validez hoy en día. Yo disiento de este pensamiento, primero porque soy creyente, y el texto de la Torá para mí es Sagrada y tiene total validez y veracidad y segundo porque tenemos ejemplos como los de esta semana que podemos comparar y aprender. No puedo afirmar fehacientemente que todo lo que está escrito sucedió, muchas explicaciones de nuestros rabinos, grandes maestros y estudiosos, dicen que algunos escritos nunca sucedieron pero fueron hechas como advertencias.

 Esta semana leemos parashat Tazría-Metzorá. El tema principal que se toca es el de pureza e impureza, física y espiritual, y uno de los términos utilizados, que se desprende del nombre de la Parashá es Tzaarat, lo que se traduce comúnmente como lepra, una lepra espiritual, bíblica, nada comparada a la lepra que se puede conocer hoy, simplemente en el paralelismo de la historia, fue la palabra que encontraron para explicar este fenómeno.

Tzaarat era una enfermedad que no sólo afectaba al cuerpo sino a los objetos que rodeaban a la persona involucrada. Se decía que la persona era apartada del campamento hasta su cura, teniendo que seguir algunos procedimientos, como raparse, lavarse, etc, y todos sus objetos eran quemados o apartados.

A esta enfermedad se la compara casi directamente con Lashón Hará, el mal del habla, el chusmerío, el utilizar la palabra que sale de nuestras bocas de manera incorrecta. Y volviendo a lo que decía al inicio, esto sucede muy a menudo hoy en día, no se observa como enfermedad leprosa o algún fenómeno visible, pero si se expresa de otras maneras a veces intangibles, como sentimientos o solitarismo. Es común escuchar cosas y repetirlas sin conocer el origen o estar seguros de lo que repetimos, en común decir cosas a espaldas de nuestros prójimos y tenerlos enfrente y hacer como si nada pasara, es común que hagamos Lashón Hará y no nos demos cuenta. El poder de la lengua es muy potente y por más que “las palabras se las lleva el viento”, así como al romper un almohadón de plumas, estas son llevadas por el viento y esparcidas y no podremos rearmar ese almohadón, así son las palabras, son dispersadas y no sabemos qué efecto provocó en el otro, o qué efecto provocó en nosotros mismos. Nuestros Sabios nos enseñan que cada palabra que deja nuestra boca se graba en el Cielo.

Para finalizar tres ejemplos de Lashón Hará en el Tanaj:

-          Todos los problemas que le sobrevinieron a Iosef fueron como consecuencia por haber hablado lashón hará acerca de sus hermanos.

-          En el desierto, nuestros antepasados probaron al Todopoderoso con Diez Pruebas e hicieron un Becerro de Oro. Sin embargo, en el desierto Él no los condenó a muerte por causa del Pecado mencionado. Y de las Diez Pruebas, la que determinó sus destinos fue la que contenía lashón hará, en especial el incidente de los espías que dieron un informe falso acerca de Eretz Israel.

-          Si no hubiera sido por la aceptación de David de lashón hará, su reino no se hubiera dividido y las Diez Tribus no hubieran sido exiliadas de su Tierra.

Qué este Shabbat podamos aprender a medir nuestras palabras, a mirar a los costados y ver que no estamos solos, mirar dentro de nuestro corazón y sentir que no estamos solos, que además de la presencia del otro, está la presencia de Di-s y, por sobre todo, la presencia de nosotros mismos.

Shabbat Shalom

Sergio Man
Baal Tefilá

Referencias:  Parashat Metzorá 5774 Parashat Tazría - Metzorá 5775 Parashat Metzorá 5776 Parashat Tazría-Metzorá 5777