Bᵉmidbar 15:39 Y será para ustedes por fleco, y cuando lo vieren recordarán todos los preceptos del Eterno, y los realizarán; y no se desviarán detrás de vuestros corazones, y detrás de vuestros ojos, que ustedes se pervierten detrás de ellos. וְהָיָה לָכֶם לְצִיצִת וּרְאִיתֶם אֹתוֹ וּזְכַרְתֶּם אֶת־כׇּל־מִצְוֺת יְהֹוָה וַעֲשִׂיתֶם אֹתָם וְלֹא־תָתוּרוּ אַחֲרֵי לְבַבְכֶם וְאַחֲרֵי עֵינֵיכֶם אֲשֶׁר־אַתֶּם זֹנִים אַחֲרֵיהֶם׃
En la Torá, las mitzvot no son sólo mandatos: son recordatorios, anclas que nos conectan con lo esencial.
Los tzitziot, los flecos que cuelgan de las esquinas del talit, deben servirnos como un recordatorio visual para cumplir las mitzvot y no desviarnos "tras nuestro corazón y nuestros ojos", como lo hemos hecho en el pasado.
¿Qué significa esto hoy, cuando la mayoría no lleva talit katan diariamente, cuando los recordatorios visuales se multiplican en pantallas, publicidades y redes sociales? Precisamente por eso este versículo cobra aún más fuerza. Porque el mundo nos empuja a mirar hacia afuera, a desear lo que el ojo ve y el corazón codicia, a seguir impulsos sin filtro, olvidando lo que somos. Pero la Torá nos dice: mírate distinto, recuerda lo que viniste a hacer. No todo lo que te atrae te eleva. No todo lo que tu corazón quiere te completa. Hay una brújula interior, la de la conciencia y el propósito, que se despierta cuando recordamos quiénes somos y a qué venimos.
Los tzitziot son, entonces, símbolo de autocontrol, de identidad, de fidelidad a un camino de vida con sentido. Son como un nudo en el dedo que nos dice: acordate de tu alma antes de actuar por impulso. Cada uno puede encontrar hoy su propio “tzitzit”: un objeto, una palabra, un hábito, incluso un contacto humano que te haga volver a vos mismo, a tu esencia, a tus valores más profundos.
No se trata sólo de no desviarnos, sino de elegir mirar distinto. De ser conscientes del filtro con el que miramos el mundo. Porque como dicen los sabios, no vemos el mundo como es, sino como somos.
En una época donde todo busca tu atención, la Torá te recuerda elegir qué mirar, viviendo con emuná. Que podamos tejer en nuestras vidas estos hilos de recordación, compromiso y sentido, para que no nos dejemos llevar por el vaivén del deseo, sino que construyamos cada día una mirada que bendice, que recuerda y que eleva.
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
HaMoré Sergio Man
Junio 2025


