B”H
"Fé" no es la creencia en la existencia de Dios, sino el conceder la verdad que esa existencia implica. Rabbi Shimshón Raphael Hirsh
Sara, la esposa de Abraham y querida madre de Itzjak, deja el mundo físico, tal como relata el inicio de nuestra Parashá. Pero su presencia se palpa en los hechos que sucederán más tarde, como veremos, y de ahí nuestros sabios Z”L, explican por qué hablamos de “las vidas” de Sara a pesar de su muerte.
Quisiera recordar en principio que el pueblo judío no sólo comienza con Abraham sino con Su matrimonio con Sara. Ellos constituyeron una verdadera sociedad, con participación de ambos –el primero descripto en la Biblia-. Cuando Abraham tiene la revelación de Dios, y deja su pasado, y el hogar de sus padres, no se va solo, Sara lo acompaña, no solo físicamente sino también espiritualmente: “Y Abram escucho la voz de Sarai...” (Génesis 16:2)
Dicen nuestros Sabios acerca de “...las almas que habían adquirido en Jarán”, que Abraham convertía a los hombres al servicio de D´s y Sara hizo lo mismo con las mujeres de su casa.
Recordemos ahora cómo Abraham, asume la muerte de Sara, primero ocupándose de que tenga un lugar digno donde sea recordada, y luego se ocupa del futuro de Itzjak, enviando a su siervo Eliezer a buscarle esposa, de su familia. Siempre me detengo en leer y releer esa misión, dados los exquisitos detalles que relata la Torá, e invito que lo lean.
Creo que es la expresión de Fé más conmovedora, de un ser humilde que tomaba su trabajo con amor. Eliezer recurre al pedido de Dios para que lo ayude en su tarea, y así lograr el éxito de llevarle esposa al hijo de Abrahám. Me maravilla cómo este hombre pide una señal, y describe de qué manera podría darse cuenta de que Dios lo estaba ayudando…
Y así fue: No sólo volvió con Rivka, que dio su consentimiento, además del de su familia, cuando se le preguntó a ella si estaba de acuerdo, sino que esta es la Parashá donde se expresa por primera vez el sentimiento de AMOR, entre Itzjak y Rivka. Itzjak apenas vió a Rivka se enamoró…! Y ella trajo nuevamente la luz al hogar.
Y este es el legado que aprendemos: Sara vivió cada día con intensidad, con KAVANÁ, y supo transmitirla. Nuestro exegeta Rashi quiere decir cuado escribe: “todos los años fueron igualmente buenos”, que incluso los malos fueron aceptados por Sara con amor. (Ha Drash v’HaIyun)
De ahí aprendemos cómo su modo de vivir, más allá de su desaparición física, influyó para que sus seres queridos vivan para generar amor en ellos mismos, transmitirlo, tener una buena vida y descendencia.
Shabat Shalom!
Jazanit ve Shlijat tzibur: Mijal Orlian
“ Cuando Eliezer probó a Rivka para ver si podría ser la esposa de Itzjak, buscó en ella tan solo que tuviera Jesed (generosidad hacia otros)? ¿Por qué no buscó en ella que tuviera fé en Hashem?
La respuesta es que fé y generosidad están íntimamente unidas. Sólo alguien que se preocupa por las necesidades de los demás, está libre de las exigencias de sus propios deseos y puede reconocer objetivamente al Creador. Esa fue la virtud que Eliezer vio en Rivka y lo que posteriormente la hizo merecedora de ser una de nuestras “Matriarcas”.
(Rabbi Schiller y Rabbi Leff basados en Rabbi Eljanan
Wasserman)