Uno escucha con frecuencia: "Si todo el mundo lo está diciendo, entonces debe ser cierto".
Pero no necesariamente.
A veces falsos rumores, presentados como "hechos", pueden hacer que juzguemos equivocadamente a las personas y ciertas situaciones. Y nuestros juicios equivocados pueden tener consecuencias muy desagradables.
La Torá describe cómo el Pueblo Judío se preparaba para entrar a la Tierra de Israel a vivir allí como Dios les había ordenado. De antemano, Moisés envió a un grupo de meraglim, "exploradores", para que entraran en la tierra y elaboraran un informe.
Pero cuando regresaron, casi todos los exploradores optaron por tergiversar los hechos, entregando informes negativos acerca de lo que habían visto allí. Esto asustó a la gente y por lo tanto se negaron a creer en la promesa de Dios de que estarían seguros cuando entraran en la tierra.
La consecuencia de este pánico colectivo, y ésta casi-rebelión, es que posteriormente tuvieron que experimentar muchos acontecimientos desagradables, y no tuvieron el privilegio de entrar y establecerse en la tierra durante otros casi 40 años.
Dios quiere que pensemos de manera independiente y no que creamos que todos los rumores que escuchamos son verdad sólo porque "todo el mundo lo dice".
Fuente aishlatino
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