Una contra oferta es una oferta que se hace frente a otra anterior. La vida puede ser pensada como una constante oferta y contra oferta. Alguien o algo nos da y nosotros la aceptamos o la rechazamos y buscamos otra oferta que nos satisfaga. Así interpreto la constante lucha entre Di-s y Paró en el intercambio de las plagas por la liberación de los hijos de Israel. Pensemos en la parashá de esta semana donde se relatan las primeras 7 de las 10 plagas [makot - עשר מכות מצרים] enviadas al faraón [Paró] y al pueblo egipcio. Con las primeras dos plagas (convertir agua en sangre y hacer subir ranas sobre la tierra), cada una fue replicada por los hechiceros de Paró, pero en la tercera (la plaga de los piojos), los brujos egipcios tuvieron que conceder que sólo Di-s puede hacer estas maravillas. Ante las primeras 2 "ofertas" del Di-s de Israel, hubo una "contra oferta" por parte de los hechiceros de Paró, y ante la 3ra "oferta" fue Paró (como líder) quien comenzó a hacer una "contra oferta" pues ya las posibilidades de sus recursos (los hechiceros) se habían acabado.
A su vez vemos, en una trama repetitiva, que siguen habiendo "ofertas" de Di-s, pues cada plaga es enviada para persuadir y convencer a Paró que libere a los hijos de Israel de la opresión. Es así como Paró en un momento acepta "la oferta" pero luego se arrepiente y "endurece su corazón". Si uno acepta una "contra oferta" debe pensarse cómo será en el largo plazo y si realmente las cosas cambiarían. Paró acepta la oferta porque no quiere el sufrimiento propio y de su pueblo, pero cuando piensa que dejar ir "a los esclavos" sería contraproducente para las tareas diarias que ellos hacían y no había quien las haga luego de su partida, es su estrategia de planificación o de costumbres volver todo como estaba y rechazar la oferta.

Claramente la enseñanza de la Torá va más allá, porque lo que Di-s hizo en su planificación de abatir Egipto fue mostrar su poder, convencer a los hijos de Israel que el mismo dios que estuvo con sus antecesores y la promesa que a ellos les hizo, estaba también con esta generación y el camino que a los primeros les mostró, a estos últimos también quería que lo conocieran y volvieran a la tierra donde todo empezó: y también mostrarse frente a los dioses o creencias egipcias, para que no se crean ellos superior a Di-s, como dice Devarim 10:17 "Pues el Eterno, Dios de ustedes, Él es el Poder de todos los poderes [también traducido e interpretado como Dios de todos los dioses] y Señor de señores".

Podemos aprender de esta parashá no sólo en fortalecer nuestra creencia y confianza en nuestro Di-s, como así la tradición y la Torá nos enseñan, sino cómo podemos tomar medidas similares en nuestra vida cotidiana respecto a las ofertas y contra ofertas que hacemos o recibimos, ya sea por una oferta laboral, una oferta de compra o venta o el tipo de oferta que cada uno reciba encubierto en algo más que una simple interpretación económica, como una oferta de oportunidad personal, o sea una señal que nos haga despertar y ver el camino presente y futuro, como lo hizo Di-s con Paró haciendo despertar su corazón, pues este suceso fue recién cuando Di-s tocó a su hijo, a su sangre, su familia, ahí vio lo que era importante, mientras se tocaba al pueblo, a la tierra, al otro, el corazón se endurecía, pero cuando tocaron lo más cercano liberó a los hijos de Israel.

Recién (en la parashá siguiente) cuando Di-s toca la sangre de Paró (muerte de su hijo) es cuando el corazón se ablanda pero mientras el sufrimiento estaba en la tierra o el pueblo, el faraón se endurecía, la última "oferta" de Di-s no tuvo "contra oferta".