Dᵉvarim 13:1 "A toda palabra que Yo ordeno a ustedes, eso cuidarán de hacer, no aumenten a ella, ni quiten de ella. אֵת כׇּל־הַדָּבָר אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוֶּה אֶתְכֶם אֹתוֹ תִשְׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת לֹא־תֹסֵף עָלָיו וְלֹא תִגְרַע מִמֶּנּוּ׃"

A menudo, en nuestra vida diaria, podemos sentir la tentación de adaptar la Torá a nuestras propias conveniencias o las presiones de la sociedad. Pero el llamado es a la autenticidad. Di-s nos dio un camino claro, y nuestra tarea es mantenernos en él.

Esto no significa que la Torá sea rígida o que no haya espacio para la interpretación y el debate, algo que caracteriza al judaísmo. Sin embargo, debemos tener cuidado de no reinterpretarla de manera que altere su esencia. En lugar de intentar ajustarla a nuestras necesidades, debemos esforzarnos por ajustar nuestras vidas a los valores eternos que nos transmite.

Incluso cuando las señales y los prodigios parecen confirmar una falsa profecía, debemos permanecer fieles a la Torá y reflexionar sobre la naturaleza de la idolatría y cómo se manifiesta en nuestras vidas modernas.

Tradicionalmente, la idolatría se asociaba con la adoración de imágenes u objetos. Sin embargo, la vida nos enseña que la idolatría puede tomar muchas formas. Podemos idolatrar el dinero, el poder, el éxito, incluso a otras personas. Cualquier cosa que tome el lugar de Di-s en nuestro corazón es una forma de idolatría.

En nuestra sociedad consumista, somos bombardeados constantemente por mensajes que nos incitan a buscar la felicidad en cosas materiales. La tecnología, las redes sociales y las celebridades se han convertido en nuevos ídolos para muchos. Es fácil dejarse llevar por estas tentaciones y olvidar nuestra conexión con Dios y con nuestra comunidad. La idolatría a menudo se presenta de manera sutil. Puede disfrazarse de espiritualidad, de búsqueda de la verdad o incluso de amor. Por ejemplo, podemos idolatrar a una persona, idealizándola y poniéndola en un pedestal. O podemos idolatrar nuestras propias ideas y opiniones, negándonos a considerar otras perspectivas.

La idolatría tiene consecuencias devastadoras. Nos aleja de Di-s, destruye nuestras relaciones y nos lleva a una vida vacía y sin sentido. Al idolatrar a algo o a alguien, estamos poniendo nuestra felicidad en manos de algo que no puede darnos la vida eterna.

¿Cómo podemos protegernos de la idolatría?

La Torá nos proporciona las herramientas que necesitamos para identificar y resistir la idolatría. Al estudiar sus enseñanzas, podemos cultivar una relación más profunda con Di-s y desarrollar un sentido más claro de lo que es verdaderamente importante. Al expresar gratitud por las bendiciones que recibimos, reconocemos que Di-s es la fuente de toda buena dádiva. Las relaciones saludables con nuestros familiares, amigos y comunidad nos ayudan a mantener una perspectiva equilibrada y a evitar la idolatría.

La lucha contra la idolatría es una lucha constante. Debemos estar siempre vigilantes y dispuestos a examinar nuestras prioridades y nuestras acciones. Al mantener nuestros corazones centrados en Di-s y al vivir de acuerdo con los principios de la Torá, podemos superar cualquier tentación y encontrar la verdadera felicidad.

‘Am Yisra’el ḥai

¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!

Moré Sergio Man
Agosto 2024