Dᵉvarim 28:15 - Pero sucederá si no oyeres la voz del Eterno, Dios tuyo, para cuidar y cumplir todos sus preceptos y sus leyes, que Yo te ordeno hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán.
וְהָיָה אִם־לֹא תִשְׁמַע בְּקוֹל יְהֹוָה אֱלֹהֶיךָ לִשְׁמֹר לַעֲשׂוֹת אֶת־כׇּל־מִצְוֺתָיו וְחֻקֹּתָיו אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוְּךָ הַיּוֹם וּבָאוּ עָלֶיךָ כׇּל־הַקְּלָלוֹת הָאֵלֶּה וְהִשִּׂיגוּךָ׃
La parashá Ki Tavó es impactante por las duras advertencias que presenta a Yisra’el en caso de desobediencia a las mitzvot. Los versículos en Devarim (Deuteronomio) 28:15-68 enumeran una serie de maldiciones que caerán sobre el pueblo si no cumplen con las leyes y los preceptos que Di-s ha dado. Estas maldiciones son severas y abarcan todos los aspectos de la vida: la salud, la familia, los cultivos, la seguridad y la relación con las naciones.
Sin embargo, al adentrarnos en la esencia de estas advertencias, debemos preguntarnos: ¿Cuál es el propósito de estas maldiciones? ¿Por qué Di-s, que es misericordioso y justo, elegiría este lenguaje tan fuerte? La respuesta radica en el pacto entre Di-s e Yisra’el. Este pacto no es solo una promesa de bendiciones, sino también un acuerdo basado en la responsabilidad y la reciprocidad. Las maldiciones no son un fin en sí mismas, sino un llamado a la reflexión, a la corrección y, sobre todo, al retorno a un camino de rectitud.
Los sabios nos enseñan que Di-s, en Su infinita bondad, no busca el sufrimiento del pueblo, sino su despertar. El dolor y las dificultades descritas en la parashá son, en cierta forma, herramientas para recordar a Yisra’el su misión como nación. Como dice el Talmud, "todo lo que Di-s hace, lo hace para bien", incluso cuando no lo entendemos en el momento.
Una enseñanza clave de Ki Tavó es que nuestras acciones tienen consecuencias. Las mitzvot no son simples rituales sin sentido, sino los pilares de nuestra relación con el Creador. Y, como cualquier relación profunda, requiere compromiso, esfuerzo y, a veces, correcciones. Así como un padre corrige a su hijo por amor, Di-s, en Su amor por Yisra’el, nos advierte para que no perdamos el camino de la bendición.
Sin embargo, no podemos olvidar que esta parashá también comienza con bendiciones para quienes caminan en los caminos de Di-s (Devarim 28:1-14). Esto nos muestra que el objetivo final no es el castigo, sino la elevación del pueblo hacia un estado de armonía con el Creador y con el mundo.
En este mes de Elul, mientras nos preparamos para los Iamim Noraim, es momento propicio para reflexionar sobre nuestras acciones y nuestras responsabilidades. ¿Estamos alineados con las mitzvot que nos fueron dadas? ¿Estamos contribuyendo a un mundo lleno de bendiciones, o estamos permitiendo que nuestras decisiones nos alejen del camino correcto?
Di-s nos da la posibilidad de elegir entre la bendición y la maldición, y esa elección está en nuestras manos. Recordemos siempre que la Teshuvá, el retorno, está al alcance de todos. No importa cuán lejos hayamos ido, siempre podemos volver. Que podamos caminar por el sendero de las bendiciones, guiados por las enseñanzas de la Torá y el amor que Di-s nos tiene.
Que tengamos un año por venir lleno de bendiciones y crecimiento espiritual.
‘Am Yisra’el ḥai
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
Moré Sergio Man
Septiembre 2024