Shᵉmot 13:9 "Y será para ti por señal sobre tu mano, y por recuerdo entre tus ojos, para que esté la ley del Eterno en tu boca, porque con mano fuerte te ha sacado el Eterno de Egipto."וְהָיָה לְךָ לְאוֹת עַל־יָדְךָ וּלְזִכָּרוֹן בֵּין עֵינֶיךָ לְמַעַן תִּהְיֶה תּוֹרַת יְהֹוָה בְּפִיךָ כִּי בְּיָד חֲזָקָה הוֹצִאֲךָ יְהֹוָה מִמִּצְרָיִם׃

Parte de las instrucciones posteriores a la salida de Egipto, resalta la importancia de recordar continuamente la redención y la conexión con Di-s a través de símbolos físicos como los tefilín. Es un recordatorio del pacto eterno entre el pueblo de Israel y Di-s, y la necesidad de integrar la Torá en cada aspecto de nuestra vida.

El Midrash señala que el "recordatorio entre tus ojos" simboliza el compromiso intelectual con la Torá, mientras que la "señal sobre tu mano" alude a la acción. Este equilibrio entre pensamiento y acción es esencial para vivir de acuerdo con los preceptos. Además, el Midrash explica que los tefilín representan cuatro pilares fundamentales: la unicidad de Di-s, el amor por Él, la liberación de Egipto, y el compromiso de cumplir con Su voluntad.

La idea de tener una señal visible y tangible en la mano y un recordatorio cerca de los ojos subraya la necesidad de vivir con intención. Nuestra mano, símbolo de acción, nos invita a actuar con rectitud, mientras que nuestros ojos, que guían nuestro enfoque, nos recuerdan mantener nuestras prioridades alineadas con valores espirituales.

En un mundo lleno de distracciones, este versículo nos enseña a ser conscientes de nuestras acciones y pensamientos. Podemos aplicar esta lección incorporando hábitos diarios que nos recuerden nuestros valores, como momentos de gratitud, actos de bondad, o el estudio de textos sagrados.

La mitzvá de tefilín se encuentra precisamente a continuación de la mitzvá de "Relatarás a tu hijo". La festividad de Pesaḥ es la fiesta de la fe y para fortalecer esta fe es necesario recordarle a la persona los milagros que tuvieron lugar en el momento del éxodo de Egipto, los cuales acercan a la persona con Di-s. Debido a que el hecho de colocarse los tefilín tiene relación con el éxodo de Egipto, que es el símbolo de la fe, la Torá unió estos dos versículos. El corazón y el cerebro de manera natural se ven atraídos hacia los bienes materiales, pero cuando se asienta la fe en el corazón de la persona, esa fe tiene la fuerza de encaminar los deseos de la persona hacia ámbitos espirituales y sagrados. El Ben Ish Jai (Shaná Rishoná, Vaierá), explica esto diciendo que el tefilín que se coloca sobre la mano izquierda corresponde al corazón, que se encuentra del lado izquierdo de la persona, y el tefilín de la cabeza corresponde al cerebro. Esto se debe a que el cerebro y el corazón necesitan una protección constante para que no se inclinen hacia lo prohibido.

Al ser liberados de Egipto, Di-s nos otorgó la oportunidad de vivir bajo un sistema de valores que nos conecta con lo divino. En la actualidad, esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre nuestras propias "esclavitudes modernas" - ya sean preocupaciones materiales o dependencias - y a buscar la redención interna a través de la práctica de la Torá. Esta enseñanza nos insta a vivir con intención, a recordar la redención de Egipto como un modelo de esperanza, y a mantener un equilibrio entre pensamiento y acción. Al incorporar estos valores en nuestra vida diaria, encontramos un camino hacia una existencia significativa, conectada con Di-s y nuestra herencia espiritual.

¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!

HaMoré Sergio Man
Enero Febrero 2025