“ORDENA PARA LA BUENA VIDA”. Levitico 7: 11 – 7:38 Malaquias 3:4 - 3:24
TZAV es la segunda Parashá(1) del libro VAYIKRÁ (Levítico). Especialmente la primera parte de VAYIKRÁ, puede resultar un poco desafiante para el judío moderno. Todo lo que minuciosamente expresa este libro de la Torá, respecto de los KORBANÓT, el modo ritual de acercarse a Dios, hecho con sacrificios y ofrendas de animales y vegetales por los COHANIM (Sacerdotes), representaba esa necesidad que tenían nuestros antepasados de comunicarse con Dios, de agradecerle, de pedirle perdón. Era el modo de expresar arrepentimiento, sentirse cercanos a Dios en momentos de alegría, o de dolor…en resumen para manifestar su Fe.
Lo interesante de estudiar la parashá tal cual está escrita, y conocer el modo en que se acercaban a Dios en aquellos tiempos, nos hacer pensar y preguntarnos en vez de “el por qué”, “el cómo”? Viendo cómo fue cambiando a través del tiempo, el modo, pero no la intención, la KAVANÁ(2).
Pasaron más de 2000 años, desde la destrucción del 2do. Templo de Jerusalem (3) y la manera de acercarse a Dios ha cambiado, fue sustituída por las plegarias, las TEFILÓT.
Significativamente, como está escrito en VAYIKRÁ, los Sacerdotes eran los encargados con exclusividad, de realizar todo lo concerniente a las ofrendas, en nombre del pueblo hacia Dios.
Y cuál es la esencia del cambio profundo que se produce hoy en día, y ya desde hace algunos siglos? La responsabilidad es de cada uno de nosotros, de rezar, y tener ese contacto directo con HaShem, desde el lugar en que nos encontremos. Esa es la clave!
Cuando sólo los COHANIM estaban concentrados en el ritual, había un peligro de que se pierda la esencia del fin en sí mismo, ya que nadie más podía participar. Y cuando los Rabinos y los Sabios instituyen el sistema de la ORACIÓN, de la PLEGARIA (TFILÁ), como lo hacemos hoy día, lo definen como AVODÁ SHEBALEV (4)
El servicio puede ser llevado a cabo por cualquier miembro del pueblo. No hay una capa o sector exclusivista del pueblo. Y esto es un cambio trascendente. Por supuesto que quien lleva a cabo el servicio debe ser una persona preparada, no tan solo en saber guiar a la gente en su TEFILÁ, en sus plegarias, sino también debe ser una persona preparada para transmitir didácticamente, las tradiciones, la fórmula de cómo se reza, pero por sobre todas las cosas tener ese oficio de enseñar, para que la gente que viene a rezar, que viene a acercarse a Dios a través de la TEFILÁ (5), conozca
contenido de la Torá. No solo en este caso, para conocer como antaño cómo nuestros antepasados se acercaban a Dios, sino especialmente para poder poner en práctica, en lo cotidiano, la sabiduría que Dios nos transmite a través de la Torá, y nos ordena para una buena vida.
Shabat Shalom
Seminarista : Mijal Orlian
(1) Porción semanal que leemos de la Torá. Cada Parashá tiene un nombre que la caracteriza, y un orden que se respeta cada año que se vuelve a leer la Torá. TZAV significa ORDENA. Dios le indica a Moshé una serie de órdenes que les de a los Sacerdotes, COHANIM.
(2) KAVANÁ: En hebreo significa la Intención con la que realizamos algo.
(3) BEIT HAMIKDASH. Templo de Jerusalem, del cual hoy día solamente nos queda el Muro de los Lamentos, que en realidad es uno de los muros de la muralla que lo protegía; ya que el BEIT HAMIKDASH fue destruido por los Romanos.
(4) AVODA SHEBALEV: El trabajo del corazón. Trabajo en este caso se refiere a Ritual del corazón.
(5) Por tradición para la lectura de la Torá, por ejemplo, llamamos primero a quien tenga apellido Cohen, luego Levi, y finalmente Am Israel. Hoy día cada judío/a a través de la AMIDÁ, parte principal de un Servicio, con una meditación personal, puede conectarse directamente con el Creador, haciendo sus pedidos y agradeciendole.