Y dice: "(10) Estos son los nombres de los hijos de Esav: Elifaz, hijo de Adá, mujer de Esav; Reuel, hijo de Basemat, mujer de Esav. (11) Y fueron los hijos de Elifaz : Temán, Omar, Tzefó y Gatam y Kenaz. (12) Y Timna era concubina de Elifaz, hijo de Esav, y parió para Elifaz a Amalek. Estos son los hijos de Adá, mujer de Esav."
La parashá de esta semana termina con un recuento de la genealogía de Esav. En el medio de dicho recuento, la Torá nos informa del nacimiento de Amalek.
A raiz de esto, cabe recordar que Amalek no era vecino de la ruta por la cual atravesaba Israel en su salida de Egipto. Amalek vino desde otro lugar para guerrear contra Israel. ¿Por qué? ¿Acaso se sentía afectado o en riesgo? No. A Amalek le molestaba lo que representaba Israel. El coraje que había demostrado los días previos a la salida de Egipto al traer el Korbán Pesaj públicamente y la protección que recibieron por parte de Di-s. Amalek estaba molesto que Israel entrara a las pocas semanas en su convenio con Di-s al declarar ante el Monte Sinaí su predisposición a aceptar incondicionalmente toda la Torá. Todo esto iba en contra de la tradición de Amalek, para quien este mundo sería regido siempre por la ley del más fuerte y que las especies de subhumanos o más débiles desaparecerían como en su teoría ocurría en el resto del mundo animal por selección natural.