En esta parashá, la muerte es presentada no meramente como una respuesta ritual, sino que de alguna manera es el tema principal de la parashá. Miriam y Aharón murieron en esta parashá y Moshé recibió la sentencia de muerte.
"Los hijos de Israel, toda la congregación, llegó al desierto de Tzin en el primer mes y el pueblo permaneció en Kadesh. Allí Miriam murió y allí fue enterrada. No había agua para la congregación, y ellos se juntaron alrededor de Moshé y Aharón" (20:1 - 2).
El Talmud deduce de este versículo que el agua que tomaban los hijos de Israel en el desierto existía por mérito de Miriam, y con su fallecimiento el mérito del agua se disipó también.
Rabí Iosef hijo de Rabí Iehudá dijo: tres buenos líderes han surgido en Israel, llamados Moshé, Aharón y Miriam, y por ellos, tres buenas cosas fueron otorgadas [al pueblo de Israel], llamadas el manantial, la columna de nube y el maná. El manantial, por el mérito de Miriam; la columna de nube, por el mérito de Aharón; el maná, por el mérito de Moshé. Cuando Miriam murió el manantial desapareció, como está escrito: 'Y Miriam murió allí', e inmediatamente sigue el versículo 'no había agua para la congregación'; y retornó por el mérito de los otros dos (Moshé y Aharón). (Talmud Taanit 9a).
El pueblo estaba claramente muy preocupado, se acerca a Moshé a quejarse sobre la falta de provisiones. Esta no es la primera vez, ni siquiera es la primera vez que una queja es registrada sobre la falta de agua. Pero esta descripción fue de alguna manera imprecisa, puesto que esta es una nueva generación. La mayoría de estas personas nunca vieron Egipto. Muy calladamente, sin fanfarrias, los cuarenta años de deambulación por el desierto, prometidos en la parashá de Shelaj, habían pasado. Esta nueva generación, nacida en el desierto, no tenía nada por lo cual sentir nostalgia. Estas personas no deberían haber sufrido de ninguna "mentalidad de esclavos", puesto que ellos nacieron libres. La muerte de Miriam tuvo lugar cuando el decreto de los cuarenta años ya había vencido. Rashí alude a esto en su comentario:
"Toda la congregación": toda la comunidad (intacta), porque aquellos que tenían que morir en el desierto ya perecieron, y estos (los que quedaron) fueron apartados para vivir" (Rashí 20:1).
Miriam había muerto; Aharón y Moshé pronto seguirían. Más aún, toda la generación de los que nacieron en Egipto y fueron esclavos, cualquiera de edad de más de 20 años, había muerto. La Torá no mencionó los años que pasaron, sino que la última fecha mencionada en el texto es casi 40 años antes de los eventos descritos en este pasaje. Quizás este es el significado de por qué la parashá comienza con el antídoto para la muerte: esto no es una discusión teórica, o una ley que se aplica ocasionalmente. Esta es una situación que ha acontecido en todo hogar. Una generación entera se ha perdido - ha muerto. Sin embargo, los hijos hablan igual que los padres hablaron. Quizás esto no nos debería sorprender; los hijos frecuentemente imitan a sus padres, incluso si su contexto personal ha sido alterado. Ellos cuestionaron a Moshé, por supuesto que estas personas, en su totalidad, no vieron nunca Egipto, ni fueron sacadas de allí, pero ellas internalizaron el sufrimiento de sus familias.
La observación de que una nueva generación surgió nos ayudará a entender el episodio central de la parashá: la indiscreción de Moshé con la roca, el acto que llevó a la sentencia de muerte a Moshé y a Aharón. Una lectura rápida no produce nada excepcional; esta es la clase de evento que ha sido común en el desierto; el pueblo se queja, Moshé se dirige a D'os, Quien resuelve el problema, pero señala las deficiencias del pueblo. Sin embargo, aquí la conclusión contiene un cambio; en lugar de señalar el fracaso de la comunidad, D'os reacciona:
"D'os dijo a Moshé y Aharón: 'Puesto que no creyeron en Mí para santificarme a ojos de los hijos de Israel, no liderarán al pueblo hasta la tierra que Yo les he dado. Estas son las aguas de la contienda, por las cuales los hijos de Israel discutieron con D'os, y (Él) fue santificado allí'" (20:12 - 13).
De acuerdo a Rashí, el problema fue el haber golpeado a la roca en lugar de hablarle, pero esta "respuesta" trae una cantidad de preguntas: primero, si el problema fue que golpearon la roca con la vara, ¿por qué este procedimiento fue aceptado en episodios anteriores? En Shmot, el pueblo pidió agua, allí D'os le pidió a Moshé que llevara su vara y golpee la roca. En Bemidvar, D'os sólo le dijo a Moshé que traiga su vara, pero no le dijo que golpee la roca. Uno puede intentar defender a Moshé diciendo que las instrucciones de D'os fueron de alguna manera engañosas, al ordenarle a Moshé traer la vara si no la iba a usar, especialmente si la vara fue, de hecho, usada en otra ocasión similar. Pero esta defensa no puede estar en la cara de las instrucciones de D'os, las cuales deben ser llevadas a cabo exactamente, sin ninguna desviación. Sin embargo, el castigo que resultó de esto parece ser excesivo.
Hay un segundo problema con esta visión: ¿Por qué fue castigado Aharón? Él no golpeó la roca; sólo Moshé lo hizo. "Moshé levantó su mano y golpeó la roca con su vara dos veces". Aharón aparentemente no participó del pecado en sí; ¿por qué él tendría el mismo castigo?. Quizás Moshé y Aharón discutieron el tema y juntos concluyeron que había que golpear a la piedra dos veces.
El problema es que Moshé y Aharón no santificaron a D'os suficientemente; sino que Moshé y Aharón dieron la impresión que el milagro vino de ellos. Seguramente esta no fue la intención de ellos, pero fue el resultado de sus acciones. El propósito de que Moshé saque agua de la roca fue mostrar que D'os es la fuente de todos los milagros. El daño fue hecho, y ellos no pudieron liderar a "este pueblo", a esta generación en particular, dentro de la tierra de Israel.
Si este es el caso, Aharón no era diferente que Moshé. Su estatus a ojos del pueblo era similar. Como resultado de esto, ni Aharón ni Moshé pudieron entrar a la tierra. Por su lado, Moshé tendría que haber entendido el problema inherente de la percepción de santidad en algo que no sea D'os.
Esta fue una nueva generación, que no estuvo presente o que era demasiado joven para apreciar la Gran Revelación. Esta nueva generación pronto entraría a la tierra. D'os quería darles una nueva revelación, pero en lugar de ser una revelación clara y visible de D'os, Moshé y Aharón causaron que el pueblo simplemente vea otro milagro. Moshé y Aharón se hicieron ver más impresionantes, pero privaron a la generación que entraría a la Tierra de Israel, de su propia revelación. Al hacer esto, Moshé y Aharón crearon una situación en la cual ellos mismos no podían entrar a la tierra; su "castigo" no fue excesivo, fue meramente el resultado de sus propias acciones.
Shabbat Shalom
(Adaptación)