Un ministro que no olvida sus raíces
En la Parashá de la semana pasada se nos había contado como Iosef había interpretado los sueños de 2 presos, el copero y el panadero del Faraón. El primero había sido restituido a su puesto mientras el segundo había sido colgado, sin embargo ninguno recordó a Iosef ante su salida y éste siguió preso durante 2 años más.
Tras esos 2 años, en la Parashá de esta semana, se nos relata acerca de 2 sueños tenidos por el Faraón de Egipto, los cuales ninguno de los magos y sabios del reinado podían interpretarlos. Fue entonces cuando el copero recordó a Iosef y lo recomendó ante el Faraón.
Iosef, sin olvidar que sus interpretaciones provenían de la ayuda de Di-s, había salido ante el Faraón e interpretado que detrás de los 2 sueños tenidos, Egipto se sumergiría en un período de 7 años de abundancia y luego de 7 años de hambruna, y a su vez plantea una solución posible para no terminar devastados después de los años de hambruna.
Con la conformidad del Faraón ante las palabras de Iosef, éste lo nombra Ministro de aquel territorio para controlar y llevar a cabo la planificación anti-devastación.
Al cabo de 6 años de abundancia, Iosef tiene 2 hijos con Asnat, hija de Poti-Fera príncipe de On, a los cuáles llama Menashé y Efráim, 2 nombres significativos, donde Di-s está presente en cada uno, éstos son los primeros hijos de Israel nacidos en tierra extranjera, sin embargo Iosef, tras estos años como Ministro de Egipto, no olvida sus raíces ni su lengua, a su vez tampoco olvida sus tradiciones ya que el Midrash nos dice que Iosef circuncidó a sus hijos y los educó bajo la ley de su padre, Iaakov.
La Parashá sigue con los 7 años de hambruna, dónde en medio de esto, en la tierra de Canaán también se sufre de hambre y los hijos de Iaakov se ven obligados a tener que descender a Egipto ya que era el único territorio con suficiente sustento para ofrecer (los Midrashim cuentan que Iosef fue el primer Ministro de Economía, porque detrás de los consejos para sustentar a Egipto, durante los 7 años de hambruna, ellos vendían lo recaudado durante los 7 años anteriores para así sustentar a Egipto) a los necesitados de otras ciudades.
Al llegar los hijos de Iaakov ante Iosef, éste los reconoce, como dice "Y reconoció Iosef a sus hermanos, mas ellos no lo reconocieron" ( Bereshit -42:8). Explica Rashi "reconoció Iosef a sus hermanos puesto que cuando los dejó ya tenían signos de barba y ellos no lo reconocieron, puesto que cuando lo vendieron, el aún no tenía signos de barba". Entonces aquí en adelante es cuando Iosef no toma venganza por lo sucedido años atrás, pues él había crecido física e intelectualmente y nunca obró mal, comienza a avergonzar a los hermanos, aún sin hacerse conocer, para que con cada palabra y con cada acción saber si ellos habían cambiado. Primero Iosef los acusa de espías, luego bajo las palabras "soy temoroso de Di-s", hace que uno de los hermanos quede encarcelado mientras el resto lleven comida a su tierra y vuelvan con el hermando menor que vivía en Canaán para luego liberar al hermano encarcelado.
Tras una linda historia y discusión entre Iaakov y sus hijos, éste acepta que Biniamin, el hijo menor, vaya a dar prueba de vida ante Iosef y es cuando al presentarse nuevamente, pero esta vez conducidos a la casa de Iosef, entregan el dinero para la compra de alimentos y para la liberación de Shimon, el hermano encarcelado, dan fe de la veracidad de Biniamin.
Es entonces cerrando la Parashá de la semana cuando Iosef invita a un banquete a sus hermanos, consiguiendo al final colocar una copa de plata en las bolsas de Biniamin y acusarlo de ladrón e intentar encarcelarlo, pero sus planes se van entorpesiendo al salir todos y cada uno de los hijos de Iaakov a defender al hijo menor de su padre.
Sergio Man
Baal Tefilá