Cuando finaliza la festividad de Sucot, 7 días de duración, con sus alegrías, sus mitzvot y sus costumbres, la Torá nos prescribe un octavo día de asamblea - Sheminí Atzeret.
Luego de pasar por el mes de Elul, mes de reflexión e introspección, para llegar a Rosh Hashaná y posteriormente a Iom Kippur, la Torá nos indica celebrar Sucot, para que el proceso de renovación humana no quede sólo en palabras sino pasemos a la acción.
Elul es una mezcla de rezo y acción: Tefilá, Teshuvá y Tzedaká.
Los Aseret Iemei Teshuvá (los 10 días entre Rosh Hashaná e Iom Kippur) son más de Tefilá y Teshuvá.
Y ahora en Sucot es más de Tefilá y Tzedaká. Armar la Sucá, compartir el espacio sentándonos y viviendo en ellas, compartir los Arbaat haminim (las 4 especies), son un símbolo no sólo de rezo para concluir nuestro proceso con un buen sello, sino un tiempo de actuar y hacer.
Al concluir este periodo la Torá nos indica que nos congreguemos un día más y celebremos ese día con ofrendas de perdón, elevación, en cumplimento de promesas y ofrendas voluntarias. Podemos reflexionar que aquí celebramos ese buen sello de un año renovado que pedimos en Iom Kippur.
Najmánides (siglo XII, España) explica un hermoso concepto cabalístico: Siete es el número del mundo natural. Hay siete días en la semana, siete notas en la escala musical, y siete direcciones (izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante, atrás y el centro). "Siete" – representado por los 7 días de Sucot – es el mundo de la naturaleza. "Ocho" – representado por Sheminí Atzeret – es aquello que está más allá de la naturaleza.
La tradición rabínica implementó que en este día se incluya una celebración adicional: Simjat Torá - literalmente "el regocijo de la Torá". Pues en este momento del año es cuando finalizamos la lectura de la Torá. Cada semana se lee una porción de la Torá, debido a que en el año algunas semanas coinciden con festividades las lecturas se agrupan para completar el año, pero la última porción no se lee nunca en Shabbat, fue designado para este festejo comunitario.
En Israel, Simjat Tora, se celebra junto a Sheminí Atzeret, pero como en la diáspora agregamos un día a cada JAG, los celebramos en días contiguos, haciendo de este segundo día una gran celebración con bailes alrededor de los Sifrei (rollos) Torá.
En Sheminí Atzeret, rezamos por la lluvia: el agua, que es vital para la vida física del hombre. En Simjat Torá, celebramos el estudio de la Torá: que es vital para la existencia espiritual del judío.
En Sheminí Atzeret, Di-s “pide” estar cerca nuestro, en cambio, en Simjat Torá, sentimos esa cercanía mediante aquello que crea el vínculo único entre Di-s y Su pueblo: el estudio en la Torá.
Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man - baal tefilá y baal koré - OCTUBRE 2020