"La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas".
No debemos imponer nada ni aparentar para gustar. Debemos abrir nuestro corazón.
No debemos imponer nada ni aparentar para gustar. Debemos abrir nuestro corazón.
La sección de esta semana de la Torá lleva por nombre Itró, y curiosamente este personaje bíblico no era hebreo ni miembro de los hijos de Israel, era un Cohen (Sacerdote - Líder) del pueblo de Midián, un pueblo politeísta. Sin embargo era familiar de Moshé, pues cuando éste escapa de Egipto tras el incidente de provocarle la muerte a un egipcio, llega a Midián y allí Itró lo recibe y le entrega a su hija por esposa.
Cuenta la Torá que Itró escuchó las cosas que hizo Di-s para con Israel, entonces se acercó con su hija y sus nietos hacia donde estaba Moshé. Lo primero interesante es que se acerca con la mujer de Moshé y sus 2 hijos, o sea que en algún momento de la historia, durante el trayecto de Midián a Egipto, o ya en Egipto previo o durante las plagas la familia se separa, pues en el capítulo 4 versículo 20 dice que ellos fueron juntos a Mitzraim pero nunca hasta este momento dice que se vuelven a juntar.
Podríamos entender que para que la misión de Moshé sea realizada no podía estar pendiente de la seguridad de su familia y es por eso que su mujer con sus 2 hijos vuelven a casa de Itró para protección y recién cuando este oye y observa que Di-s hizo bien para con los hebreos, creyó que era el momento de reunir a la familia. Pero no sólo vemos una protección familiar, sino una protección más general pues Moshé juzgaba y trataba los asuntos de cada uno de los miembros del pueblo, desde la mañana hasta la noche, y cuando Itró observa que este abarcaba todas las tareas, tanto espirituales como terrenales, con toda su mejor intención, le plantea a Moshé que tenía que delegar las tareas en jefes y subjefes de entre el pueblo en grupos más reducidos, así ellos juzgarían los asuntos de menor importancia y sólo irían con Moshé para los asuntos difíciles.
A pesar de ser Itró un líder espiritual y político en su pueblo, se acercó a los hijos de Israel, se mezcló con ellos y les planteó desde su sabiduría una forma de organizarse. Sin la intención de ganar un lugar político, pues "el poder" lo tenía, ni de quitar a Moshé su liderazgo, vemos en este sabio de la época que abre su corazón y no se impone ni aparenta sacar ventaja de la situación, sino desde la humildad descubre las virtudes y defectos en Moshé y desde la confianza familiar convence de una posible solución a los problemas del pueblo, problemas que quizás no eran tal hasta que alguien lo observó de esa manera.
¿Cuántos de nosotros hacemos cosas y hasta que alguien no nos dice que paremos y observemos que podemos hacerlas mejor no nos damos cuenta? Quizá eso nos quiere enseñar esta parte de la parashá. En la vida no es todo competencia, que una persona del mismo status que uno o quizá superior se acerque a decirnos cómo hacer algo no significa que quiera quitarnos de nuestro lugar, quizá quiere ayudarnos.
Rezo para que más gente sea como Itró y como Moshé, humildes en el crecimiento, que no se creen uno mejor que el otro, aquí ambos eran de pueblos distintos, pues el capítulo 18 finaliza con la despedida de ambos, cada uno siguió su camino, ambos fueron líderes de sus propios rumbos pero trabajando juntos para lograr una organización mejor. Seamos de buen corazón y aceptemos la ayuda cuando nos la brindan, y brindemos ayuda con el corazón abierto para que así podamos vivir mejor. No compitamos, cada quien es importante en su sitio pues "hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción" (Kohelet 3:17).
Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man - baal tefilá y baal koré
Febrero 2021