En esta sección bíblica se nos cuenta de un JOK, una ley que no tiene significado alguno para la mente humana, pero sin embargo podemos llegar a encontrar una interpretación que nos ayude a comprenderla un poco.

Al inicio se les indica a los Hijos de Israel que deben tomar una vaca bermeja - Pará Adumah - completa, sin defectos y que nunca haya realizado trabajos, y a través del Kohen colocarla y sacrificarla fuera del campamento, o sea, a la vista de todos. Si recordamos, todos los Korbanot eran hechos sobre el altar del Mishkán, a cargo de los Kohanim, pero este caso se elige un lugar distinto.

Ahora bien, el objetivo de este sacrificio era purificar a todo aquel que entrase en contacto con un cadáver, que se impurifique con la muerte, y por este motivo no es casualidad que inmediatamente luego, en el capítulo 20, se relate la muerte de Miriam y a posterior la de Aharón. Respecto a Miriam no se nos dice que "no había agua para la asamblea" y respecto a Aharón se nos relata que "toda la casa de Israel lo lloró durante treinta días".

Nos dice Rashí, al respecto de esta orden de mencionar la muerte de Miriam en yuxtaposición al sacrificio de la Pará Adumah, que "así como las ofrendas hacen expiación, así también la muerte de los justos hace expiación por los pecados de la gente". Y esto lo explica el erudito Maharal de Praga, esta ofrenda no era una ofrenda como tal, ya que (como indicamos arriba) no era realizada en el altar, pero se lo llama JATAT, de manera idéntica a la designación de la ofrenda de pecado. De igual modo, tampoco la muerte de los justos puede ser definida como una ofrenda en sentido estricto. Puesto que ambos elementos no constituyen ofrendas en el sentido riguroso es que se unen aquí.

Al respecto de Aharón, nos dice Rashí que el texto se refiere tanto a hombres como mujeres con la expresión "toda la casa", y ese llanto fue el símbolo de duelo y reconocimiento de todos, por ende cuando alguien entraba en contacto con la muerte se purificaba con las cenizas de la Pará Adumah que era ofrendada frente a todo el pueblo, y acá observamos, por ende, que todos entraron por un periodo de duelo e impurificación por la muerte.

Ante estos dos hechos comunitarios, donde la muertes de dos líderes de todo el pueblo en la travesía del desierto dejaron un vacío entre ellos, no es descabellado pensar que el relato del jok de la vaca bermeja esté mencionado antes que el pueblo necesitara implementarlo, ya que, como dijimos, este sacrificio / ofrenda era realizada frente a todos, para que todos se purifiquen con las cenizas del Korban.

Cuando hoy nosotros atravesamos un duelo tenemos la costumbre de reunirnos en comunidad acompañando a los dolientes y transformando la tristeza en un momento de elevación del alma del fallecido, de alguna manera ayudamos a superar el momento de impureza por el contacto con la muerte en un momento de pureza elevando el recuerdo de quien ya no está. Así es como pienso que el acto de haber decretado ofrendar el sacrificio a los ojos de todos veo que nos puede servir en nuestros días, cuando el duelo de un miembro de la comunidad se convierte por unos instantes en el duelo de todos, ya que hoy no hay sacrificios animales este jok - decreto - dejaría de ser útil, pero está en nosotros hacer ese decreto como un sacrificio humano, ofrendando nuestro tiempo y empatía en momentos dolorosos.

Shabbat Shalom

Tec. Sergio Man - baal tefilá y baal koré
Junio 2021

Comentario relacionado: Parashat Jukat 5774