"אֵת כׇּל הַדָּבָר אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוֶּה אֶתְכֶם אֹתוֹ תִשְׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת לֹא תֹסֵף עָלָיו וְלֹא תִגְרַע מִמֶּנּוּ"

"Todo asunto que yo les ordene deberán guardar para llevarlo a cabo; no añadirás a él ni sustraerás de él". Devarim 13:1

Esta orden es la segunda vez que aparece en este quinto libro de la Torá. Nos dijo Rashí en Devarim 4:2 "Por ejemplo un pasaje adicional al Tefilin, cinco especies al Lulab y cinco tzitziot." y aquí Rashí nos repite lo mismo, pero nos dice que el agregado de la palabra "todo" al "asunto" se refiere a tanto "ligero como serio", implicando que todos los preceptos deben ser cumplidos, independientemente de su importancia relativa (Debek Tob), como lo explica Sforno: "porque podrías agregar algo que es despreciable a los ojos del Señor. Si, por casualidad, agrega nuevas formas de servir al Señor, no tiene la seguridad de que tal innovación sea aceptable para Di-s, por ejemplo, quemar a los hijos en honor de Di-s".

Podríamos decir que la Torá tiene dos objetivos, apegarnos a Di-s y hacernos mejor persona, pues como comienza la Parashá de esta semana: "Mira, pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición. La bendición si escuchan los mandamientos... y la maldición si no escuchan los mandamientos y se desvían del camino...".

Nos enseñó el Rab Jayim haCohen (1585-1655) en uno de sus libros: «"Delante de ustedes" y no "sobre ustedes", pues ningún mal desciende del cielo, sino que es puesto delante de ellos, pues la elección es de ellos» (Torat Jajam 419:3).

Si hoy en día somos más o menos observantes, somos más o menos creyentes, no podemos negar que hay algo que no podemos explicar que nos marca en la vida, llamémoslo karma, desobediencia divina, cosas de la naturaleza, o pongámos el nombre que cada uno elija, la riqueza del judaísmo está en su diversidad en tantos años de existencia, pero aprendamos del texto de la Torá, que la repetimos todos los años y quizá no hoy pero un día o un año nos daremos cuenta que lo escrito en este texto sagrado para el judaísmo es eterno y quiere que seamos nosotros en nuestros tiempos quienes hagamos lo bueno y correcto, ser justos para con el otro, no podemos ser 100% objetivos ni perfectos nunca porque somos seres humanos con libre albedrío, aquella habilidad con que fuimos dotados para elegir, pero tampoco podemos cometer errores y no aprender de ellos.

Como conclusión de nuestras Tefilot, en especial en Shabbat y días de fiestas, leemos y cantamos el poema "Adon Olam", y este mismo texto fue establecido para leerse cuando estamos próximo a irnos a dormir en el "Shemá al mitá", y las últimas estrofas dicen:

"En su mano confío mi espíritu, cuando duermo y cuando despierto. Mientras mi alma está en mi cuerpo, El Señor está conmigo; no temeré".

"בְּיָדוֹ אַפְקִיד רוּחִי בְּעֵת אִישַׁן וְאָעִירָה. וְעִם רוּחִי גְּוִיָּתִי יְיָ לִי וְלֹא אִירָא"

Aprendamos de cada palabra de nuestra Torá, historias, leyes, enseñanzas ocultas, no nos quedemos en nuestro círculo ni creamos que tenemos la verdad absoluta, no estamos para cambiar siquiera una letra del texto que Di-s entregó a Moshé y Moshé al pueblo, pero sí estamos para vernos reflejados en este texto eterno, interpretar y reinterpretar, el mundo no se que quieto y las generaciones venideras vivirán cosas similares pero nuevas a las nuestras, y nuestra Emuná, nuestra Fe, nuestra tradición de transmitir nuestros orígenes tienen que seguir intactos, de eso se trata nuestro legado.

Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Talmid de Melamed
Agosto 2021