וַיְהִי בַדֶּרֶךְ בַּמָּלוֹן וַיִּפְגְּשֵׁהוּ יְהֹוָה וַיְבַקֵּשׁ הֲמִיתוֹ׃

"Y sucedió en el camino en una posada, le encontró el Eterno y buscó matarlo". Shmot 4:24

Uno de los relatos de esta semana parece descolocado y sin explicación racional, sin embargo, es poco probable que la Torah haya incluido un relato incomprensible y sin mayor sentido. Ahí es donde los sabios salieron a interpretar y tratar de aclararnos lo escrito. Este versículo va acompañado del siguiente, y así lo explican los Sabios y en las fuentes más antiguas como son el Talmud Ierushalmi y el Talmud Babli donde encontramos una ambivalencia total con respecto a este incidente. Más aún, el episodio tiene lugar en el transcurso de un viaje muy importante, hecho por un hombre muy importante, en una de las etapas más importantes de su vida.

La pregunta ambivalente que todos se hacen es si Di-s salió al encuentro de Moshé o de su hijo, pues los únicos sujetos mencionados son Tzipora y su hijo (que sabemos que era el segundo hijo de ella con Moshé: Eliezer) cuando ella lo circuncida, y anteriormente Moshé había sido convencido por Di-s para liberar a los hijos de Israel, por lo que sería ilógico que ahora quisiera matarlo.

Los exégetas explican que Moshé se apresuró a cumplir la palabra de Di-s, al igual que lo hizo Abraham en el suceso de la Akedah (por ejemplo), y por aquello descuidó a su hijo y su brit milah (así como Abraham descuidó su mujer Sará). Por ese motivo Di-s envió un ángel (este es el significado de que el Eterno lo encontró) para decirle a Moshé que dejara su decisión a un lado y que circuncidara al muchacho, pues el niño luego permanecería con su madre hasta que sanara y él continuaría solo (Ibn Ezra). Es probable que Moshé no haya circuncidado a su hijo para evitar riesgos (así nos explica Rashí y la braita en Nedarim 31b), ya que habían emprendido la travesía del desierto que separa Midián de Egipto y podría poner en peligro la vida del niño recién circuncidado (situación similar más adelante se verá con Ioshúa).

Los Sabios nos indican que debemos apresurarnos a cumplir las mitzvot. Por ejemplo, toda persona debe ser puntillosa y apresurarse a cumplir la mitzvá de tzitzit, pues esta mitzvá es principalmente para recordar a la persona las demás mitzvot, y la persona precisa hacer esto en toda ocasión y momento; es preceptivo apresurarse en ir a la sinagoga y expresar el deseo de conducirse en pos de las cuestiones relativas a la santidad, tal como dice el profeta (Oshea 6:3): «tengamos prisa en conocer al Eterno»; o también apresurarse a cumplir la mitzvá de Bikur Jolim, inmediatamente después de enterarse que hay un enfermo que necesita asistencia, y no esperar a que otros lo hagan.

La palabra mitzvá se puede relacionar con la palabra aramea tzavta, que significa conectar o unirse. En este sentido, la mitzvá ata a la persona que recibe la orden con aquel que le da la orden, creando una relación y un lazo esencial. Moshé se estaba acercando a Di-s y por ese motivo cumplir Su palabra debía ser prioridad, y conociendo la obligación del pacto a través del brit milah, él se hubiera conectado aún más para poder afrontar la responsabilidad de presentarse ante Paró y lograr sacar a los hijos de Israel de Egipto, pero cambió las prioridades y puso ante todo apresurarse a salir al desierto con su familia para encontrarse con el pueblo en tierra egipcia.

Lo que motivó a Tziporah, según Jizkuni, a tomar la iniciativa de circuncidar ella a su hijo, fue que su esposo se había debilitado por el ataque de ese ángel, de modo que él, personalmente, no pudo cumplir este mandamiento. Por lo tanto, le reveló a su esposa lo que tenía que hacer, y ella realizó el acto.

Una interpretación diferente, nos sigue explicando Jizkuni, es que el ángel trató de matar a Moshé porque había sido culpable de no circuncidar a Eliezer en el octavo día de su vida como Di-s había ordenado que se hiciera. Debería haberlo hecho y dejarlo con su madre en Midián. Esto le habría permitido llevar a cabo la misión que le encomendó Di-s sin demora y sin retrasos debido a la consideración de las necesidades de su familia. En cambio, había caminado lentamente mientras su familia viajaba. El pecado de Moshé consistió en retrasar innecesariamente el cumplimiento de su misión llevando consigo a su esposa e hijos (Rashbam).

Basado en estos pensamientos es que podemos también concluir, y así lo explican algunos, que tras este incidente Moshé siguió camino sólo y su familia retornó a la casa de Itró, eso explica por qué no se menciona a Tziporah y sus hijos durante todo el periodo de las plagas y la salida propia, y más adelante dice que Itró (Shmot 18:2) los tomó "después de haber sido enviada a casa".

Ahora busquemos otra explicación para el cierre del relato de Tziporah previo a haber retornado a su hogar. Pues también podemos pensar toda esta situación como una muestra de la palabra de Di-s y la confianza sobre Él de Moshé (y su esposa). Antes de este suceso se le indica a Moshé que le diga a Paró: "si te niegas a dejarlo ir, he aquí que yo mataré a tu hijo primogénito", una advertencia de lo que finalmente sería la décima plaga que atacaría en Egipto.

A diferencia de los comentaristas que indican que el hijo aquí mencionado era Eliezer (el hijo menor), podríamos también suponer que aquí se habla del hijo mayor, Guershon, el único que conocemos por el relato hasta el momento, aunque se mencione "sus hijos" no sabemos exactamente cuando nació su segundo hijo ni cuál era su nombre, y por esta relación de haber hablado sobre el primogénito en el pasuk inmediatamente anterior. El hecho de muerte se puede relacionar con la "muerte del primogénito". El hecho de la circuncisión y el acto de Tziporah de colocar [untar] la sangre sobre "las piernas" (en símbolo de estas como un dintel o soporte del cuerpo) de su hijo que lo termina salvando se podría relacionar con el hecho del sacrificio pascual y la sangre que colocan [untan] sobre los dinteles de sus puertas para ser "salteados" y protegidos de la décima plaga.

Razón para hablar del hijo primogénito y su no circuncisión puede quizá explicarse de la siguiente manera: el tiempo propicio de circuncidar a un hijo según el precepto sagrado entre los hebreos era a los 8 días de nacido, en tanto que para los egipcios era una práctica cuando llegaba a la pubertad, y entre los midianitas era considerada la circuncisión obligatorio antes del matrimonio. Moshé se encontraba encerrado entre tres costumbres y el texto no nos explica cuál aplicó para con su familia, siquiera sabemos en cuál situación de estas tres se enmarca Moshé.

Por lo tanto Guershon, podríamos concluir, al aproximarse a Egipto con su familia, no lo hace como un niño hebreo sino como un extranjero, que aún no había sido circuncidado. Entonces Di-s decide atacarlo y darle muerte, como demostración de la terrible plaga que había predicho en la escena anterior. Según esta interpretación, la intención de Di-s no es castigar al niño, ni tampoco a Moshé, sino mostrar que piensa cumplir en serio lo que ha anunciado, y liberar a Israel con todas las consecuencias.

Este último escenario nos puede parecer un poco cruel, difícil de creer como Di-s juega con los sentimientos del humano para demostrar credibilidad y temor reverencial, pero si comparamos con las historias pasadas de los patriarcas quizá podamos ver esto como el modo natural de la época para enseñar y mostrar confianza.

Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Diciembre 2021