וַיִּקַּח סֵפֶר הַבְּרִית וַיִּקְרָא בְּאׇזְנֵי הָעָם וַיֹּאמְרוּ כֹּל אֲשֶׁר־דִּבֶּר יְהֹוָה נַעֲשֶׂה וְנִשְׁמָע

"Y tomó [Moshé] el libro del pacto y lo leyó en voz alta al pueblo. Y dijeron: Todo lo que el Eterno ha dicho, haremos y escucharemos" Shmot 24:7

Tres veces en todo el libro de Shmot - Éxodo se menciona el término "naasé - נַעֲשֶׂה - haremos", cuya expresión es la 1ra persona del plural en futuro. Aquí proyectamos algo a concretar. Todo en el judaísmo es acción, hay una conciencia de compromiso con el otro y la acción. Esta semana recordamos el día de conmemoración por las víctimas de la Shoá y actuamos para transmitir el mensaje y no quede en el olvido. Constantemente hacemos cosas para recordar y en cada etapa del ciclo de vida tenemos cosas para hacer; incluso las mitzvot - los preceptos - están divididos en dos secciones, mitzvot asé (para hacer) - mitzvot lo taasé (para abstenerse).

En el ciclo de vida desde que nacemos ya hacemos o provocamos acciones, el brit milah (acción física sobre el cuerpo más un ceremonial) y el simjat bat (un ceremonial), uno por ley de la Torah y otro por tradición, pero ambos son hechos públicos para darles la bienvenida e incorporación al legendario judaísmo a nuestros hijos.

A medida que crecemos tenemos dos actos, el primero a los 12 o 13 años hacemos las ceremonias de bat y bar mitzva (respectivamente), también en un ceremonial público, ya que por más cumplida la edad uno "se convierte" en bat o bar, o sea en responsables de las mitzvot, tenemos un acto público que lo deja asentado, hasta incluso quien no tuvo la oportunidad en su debido tiempo, ese acto lo puede realizar, y muchos así lo hacen, en cualquier momento de su vida.

El segundo es la jupá, el casamiento, cuando dos personas deciden formar una familia hacen el ceremonial público de unión de sus vidas, hasta en ese instante de alegría rompemos una copa en recuerdo simbólico de nuestro pasado.

Luego en el final de nuestro ciclo de vida tenemos varias acciones, todas en respeto al cuerpo humano y en recuerdo de quien ha dejado este mundo terrenal, primero kever israel, mandato sagrado de brindar sepultura judía a perpetuidad, segundo shivá, duelo observado por los primeros siete días posteriores al entierro, tercero shloshim, período de treinta días donde la familia del fallecido se reincorpora a su rutina pero se abstiene de todo tipo de forma de celebración, cuarto un período de 11 meses de constante recuerdo recitando el Kadish Iatom, y quinto la inauguración de una matzevah - monumento - sobre la tumba del fallecido.

Ahora en la vida cotidiana también tenemos acciones constantes, al despertarnos debemos agradecer estar vivos, pronunciamos el Modeh Aní y nos lavamos las manos y la cara, pronunciamos las birkot hashajar, bendiciones matinales donde agradecemos a nuestro Creador por todas las grandes y pequeñas cosas que hacen posible nuestra vida en el mundo. Tres veces al día se nos instituyó rezar, pronunciar la Shmone Esré - la Amidah - las bendiciones de alabanza, pedido y agradecimiento por el bien nuestro y del resto del mundo. Recitamos el Shemá Israel dos veces por día. En nuestra vida debemos poder hacer tzedaka, acciones de justicia para los necesitados, no necesariamente es donar dinero, sino materiales o hasta tiempo y voluntarismo.

La parashá de esta semana nos trae una enseñanza de vida, y es una continuidad de la parashá de la semana pasada, donde se nos revela las normas de convivencia y el pueblo las acepta. ¿Qué podemos aprender? A negociar, a acordar, a relacionarnos con un otro.

Primero en Shmot 19:4-6 Di-s le manda a decir al pueblo por medio de Moshé que recuerden lo que hizo Él en Mitzraim, les pide que escuchen con atención su voz y guarden un pacto, y que serán un tesoro entre las naciones y un reino de ministros; luego de esto todos al unísono responden "haremos". ¿Qué hicieron? Se prepararon por tres días para recibir los Aseret Hadibrot.

Ahora en Shmot 24:3 luego de haber recibido todos los mishpatim - leyes civiles - el pueblo vuelve a responder "haremos". ¿Qué hicieron? Aceptaron la normativa.

Por último en Shmot 24:7 luego de que Moshé y el pueblo ofrecieron ofrendas de ascensión y de paz a Di-s, les fue leído todo lo escrito en el libro del pacto y respondieron "haremos y escucharemos".

Si pensamos en un convenio o negociación primero solicitamos una cita, quien la solicita hace una propuesta y quien la acepta se predispone a escuchar, siendo esa predisposición una acción, primero hace algo para luego poder escuchar.

Una vez concretada la cita ambas partes leen las condiciones y ahí se acuerda qué hacer y qué no hacer (primera acción), llegado a un acuerdo mutuo se escriben (segunda acción) las conclusiones.

Ahora que está todo escrito y acordado, las partes acuerdan "hacer" lo pactado y así seguir escuchando y revisando el avance del convenio o negociación.

Pensemos este ejemplo en otros asuntos de nuestra vida, cuántas veces tenemos que hacer primero cosas, desde el acto de aceptar una reunión, una opinión, un consenso, etc, para luego poder realmente escuchar y concretar una situación. Así pienso que el "naasé venishmá" debería funcionar. El verbo paal לִשְׁמוֹעַ - lishmoa - es oír, escuchar, mientras que el verbo nifal (pasivo de paal) לְהִישָּׁמֵעַ - lehishamea - es ser oído, obedecer.

¡Qué tan importante y es oír y ser oído! ¡Qué tan reconfortante es hacer y no quedarse estático! Pues somos una fuente que emana acciones, así es como "le dor vador", de generación en generación, perpetuamos. La imposibilidad de pensar la acción en un sentido estrictamente individual, refiere a la amplia conciencia de la responsabilidad social existente, incluso en las acciones más cotidianas.

Por último, esta frase "haremos y escucharemos" tan conocida se encuentra en el capítulo 24 versículo 7, expresado en algo conocido hoy en día, podríamos mencionarlo 24x7, o sea, 24 horas los 7 días de la semana. Todo el tiempo tenemos que "hacer y escuchar".

Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Enero 2022