וְהִקְטִיר עָלָיו אַהֲרֹן קְטֹרֶת סַמִּים בַּבֹּקֶר בַּבֹּקֶר בְּהֵיטִיבוֹ אֶת־הַנֵּרֹת יַקְטִירֶנָּה׃
"Y quemará sobre él [el Altar] Aarón el incienso aromático; todas las mañanas cuando atienda (limpie) las candelas lo hará arder (en humareada)." Shmot 30:7
Los inciensos o sahumerios son utilizados desde hace siglos para atraer buenas energías, alejar las entidades negativas y proteger nuestros espacios de las malas vibras. Hoy en día existen varios tipos de sahumerios y cada uno tiene un significado que se usa con fines específicos. En la época bíblica se nos dice que las fragancias emitidas durante los korbanot (los sacrificios) era agradables para Di-s.
El incienso - ketoret - representa trascender las limitaciones físicas y el sentido de identidad, porque al quemarlo renunciamos a la parte más importante, pero menos tangible; simboliza trascender la visión subjetiva de lo que es importante y canalizar ese impulso hacia la realización de la voluntad de Di-s.
El Maharshá explica que el olfato es más espiritual que los otros sentidos porque fue a través de la nariz de Adam que Di-s le insufló un alma a la humanidad, como dice: "Sopló en su nariz hálito de vida, y fue el hombre alma viviente” (Bereshit 2:7). Podríamos decir que el olfato es el sentido del alma. Y al respecto de los aromas aprendemos del Talmud: "Rav Zutra bar Tovia dijo en nombre de Rav: ¿de dónde aprendemos que se bendice sobre un olor del cual se disfruta? Pues dice [Tehilim 150:6]: Toda el alma alabará al Eterno. ¿Cuál es la cosa de la que el alma disfruta y que el cuerpo no disfruta de ella? Deberás decir que es el buen olor. Y de aquí que haya que bendecir antes de disfrutar de un buen olor" (Brajot 43b).Así como el incienso se mezcla con el aire que lo rodea, uno también puede ser uno con Di-s trascendiendo su sensación artificial de sentido e importancia y abrazando el significado y propósito de Di-s. La forma de llegar a este nivel sublime es mediante la humildad. La Torah nos dice: "Moshé fue extremadamente humilde" (Bemidbar 12:3), y así lo podemos ver reflejado en esta Parashá, donde su nombre no es mencionado. Todo lo referido al sacerdocio involucraba a Aharón y su descendencia, pero nuestros sabios nos dicen que Moshé era quien debía haber sido el Kohen Gadol (Sumo sacerdote) pues era el líder del pueblo de Israel. Pero Moshé se negó a aceptar este titulo y en su lugar, Di-s le dio el honor a su hermano Aharón.
Moshé, en su magnífica modestia, no quiso disminuir la gloria de Aharón, quiso que las luces brillen sobre él. Por lo tanto, en la porción en la cual Moshé conduce y guía a Aharón hacia el sacerdocio, su nombre es omitido. Uno de los atributos de la verdadera humildad es poder permitir que los demás brillen y tengan su momento de gloria sin aclarar o anunciar nuestro papel y responsabilidad en aquel triunfo.
Los más sabios maestros, educadores y padres, los mejores amigos o compañeros de trabajo saben compartir los triunfos y dejar que el otro tenga su momento de brillo y gloria. Ellos saben exactamente cuando hay que figurar o ser omitido de la historia.
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Febrero 2022