El Ramban dice "así se completa el Libro de la Redención, en la cual ha entrado el Eterno, el Di-s de Israel". En todo este libro de Shmot, Israel aparece por primera vez como pueblo y aquí estamos cerrando el tercer libro (y en este ciclo 3 de lectura, completándolo), por lo tanto por eso es que el Ramban usa esta expresión.

Nos cuenta el Midrash Tanjuma - Pekudei 6:2:

Estos son los relatos del Tabernáculo. Está escrito en otra parte: Estos son los nombres de los hijos de Israel (Gén. 46:8). Observe cuán precioso era el Tabernáculo para el Santo, bendito sea Él, que dejó la esfera superior para morar en el Tabernáculo. R. Simeon sostuvo que Él habitaba en la esfera inferior (al principio), como se dice: Y escucharon la voz del Señor Dios caminando en el jardín (ibid. 3:8), pero que después de que Adán pecó, Él ascendió de la tierra. al cielo. Cuando Caín se levantó y mató a su hermano, ascendió del primer firmamento al segundo; cuando la generación de Enoj lo enojó, ascendió de la segunda a la tercera; cuando la generación del diluvio pervirtió su enseñanza, ascendió del tercero al cuarto; cuando la generación de la separación (es decir, la Torre de Babel) se volvió arrogante, Él pasó de la cuarta a la quinta esfera; cuando los sodomitas se comportaron inmoralmente, pasó del quinto al sexto; y cuando aparecieron Amrafel y sus compañeros, ascendió del sexto al séptimo. Sin embargo, después de que Abraham vino y realizó buenas obras, la Shejinah descendió del séptimo al sexto firmamento; después de Itzjak pasó del sexto al quinto; después de Iaakov del quinto al cuarto; después de Leví, su hijo, del cuarto al tercero; después de Kohat, hijo de Leví, del tercero al segundo; después de Amram del segundo al primero; y el día que Moshé erigió el Tabernáculo: La gloria del Señor llenó el Tabernáculo (Éx. 40:34). La Escritura dice: Porque los rectos habitarán en la tierra (Prov. 2:21). Esto debe leerse: “Hicieron que la Shejinah habitara en la tierra”.

El relato bíblico nos indica en esta primera instancia que hubo una revelación sublime y exaltada que ningún ser humano podría soportar, en la nube connota una revelación divina más allá de la comprensión humana, ni siquiera para Moshé Rabeinu que "no pudo entrar en el Ohel Moed, porque la nube se había posado sobre él y la Presencia del Señor llenaba el Mishkán” (Shemot 40:35), pero después, desde dentro de la nube y la niebla, la idea divina se revelaría gradualmente, de acuerdo con las habilidades de los kohanim que se acercaban a él.

Al parecer, según nos cuenta el Midrash, ¡qué importante es tener rectitud y buenas acciones! ¿no?. Sólo cuando fue propicio para Di-s, decidió descender y habitar entre la gente. Nada quita que los patriarcas hayan tenido sus defectos, ni que la generación del desierto hayan sido perfectos, pero se empezó a generar un estado de conciencia diferente, a adoptar una forma de vida diferente a la que la gran población estaba llevando.

Pero llegar a Di-s no es fácil, creer y confiar siempre en Di-s también es difícil, pues el ser humano tiene libre albedrío, tiene sentimientos y raciocinio, pero es limitado, por eso no comprende todo lo que sucede aquí en el ámbito terrenal, y muchas veces se enoja y no siente esa presencia, esa Shejinah divina. Pero la Gloria de Di-s reposó sobre el Mishkan, uniendo así los cielos y la tierra, como rezamos en el Salmo 148 todas las mañanas: "Su esplendor cubre el cielo y la tierra" (148:13). Detenerse algunos instantes en el día, agradecer por lo que tenemos y observar lo que hay en nuestro alrededor, ayudar al prójimo con un mínimo gesto, observar nuestras acciones y corregirlas lo antes posible cuando detectamos que hicimos algo malo a los ojos de la Torah, es traer a Di-s un poco más a nuestro plano terrenal.

Pensemos a ese Mishkan del desierto como cada sinagoga nuestra hoy en día, como cada hogar donde se practique o se transmita el judaísmo, en esas pequeñas acciones constructivas que podemos hacer para con el prójimo, allí, en cada rincón de estos lugares reposa hoy la Gloria de Di-s. Es difícil, quizá en circunstancias como las de hoy que vemos como líderes políticos de un país atacan a otro, pensar que Di-s desampara al ser humano y permite las guerras y las muertes, pero para aquellos que no se rinden y luchan por la vida, por la defensa, por salvarse y salvar a otro, en esos pequeños gestos está la humanidad y la Gloria de Di-s queriendo demostrar que aún se puede reparar este mundo.

Recemos en este Shabbat por que haya más empatía, donde el ser humano se dé cuenta que dañar y querer poder a costa de vidas de seres vivos, destruyendo la naturaleza, no va a conseguir un mundo mejor, un mundo donde vuelva la Shejinah divina a llenar su gloria.