כִּי־פָתֹחַ תִּפְתַּח אֶת־יָדְךָ לוֹ וְהַעֲבֵט תַּעֲבִיטֶנּוּ דֵּי מַחְסֹרוֹ אֲשֶׁר יֶחְסַר לוֹ׃
"Sino que abrir abrirás tu mano para él, y prestar prestarás lo suficiente para sus necesidades, aquello de lo que él carezca" Devarim 15:8
En esta Parashah la Torah nos trae un elemento particular que corresponde exclusivamente a la raza humana y se llama «solidaridad» o «altruismo», o sea ayudar al que tiene menos. Aquí nos invita Di-s a no ser indiferentes ante el necesitado, así como él no es indiferente con nosotros, o al menos eso esperamos nosotros del Todopoderoso.
Tres veces por día se nos invita a rezar el Salmo 145 (por la mañana 2 veces y por la tarde una 3ra vez), donde leemos «פּוֹתֵחַ אֶת־יָדֶךָ וּמַשְׂבִּיעַ לְכׇל־חַי רָצוֹן - Poteaj et-iadeja umasbía lejol-jai ratzon», siendo la traducción convencional: «[Tú Hashem] Abres Tu mano y satisfaces a todas las criaturas de acuerdo a Tu voluntad».
La explicación tradicional a este pasuk de Tehilim indica que a su debido momento (be’itó) El Creador «abre Sus manos» y nos colma con Su bendición, proveyendo de mil formas diferentes el alimento a todo ser vivo.
El Eterno abre nuestras manos a través de la mitzvá de la Tzedaká y al abrir nuestras manos, le concede a cada persona el alimento que necesita. Así, a través de la Tzedaká, nos transformamos en un instrumento de Di-s. Formamos parte de esa ecología, esa cadena humana de Jesed que Hashem implementa a través de nuestras manos para que todos tengan lo que comer.
Que este Shabbat que coincide con la bienvenida al nuevo mes de Elul, mes de introspección, mes de preparación, mes para volver a conectarnos con nosotros mismos podamos abrir las manos y los ojos para ser mejores ante nuestro entorno, no sólo el directo que nos afecta a diario con nuestros seres más querido y apreciados, sino también con el indirecto, ese que la sociedad nos invita, hasta quizá con algo mínimo, a hacer un mundo mejor.
Esta semana tendríamos que leer la tercera de las siete profecías de consuelo al pueblo de Israel y a la tierra de santidad, extraídas del libro del profeta Ieshaiahu (Isaías) 54:11 - 55:5: Leelo aquí: Parashat Ree 5778.
Pero sin embargo en esta oportunidad la lectura se reemplaza por la de Rosh Jodesh que también es del profeta Isaías. Esta selección se ha sugerido porque justamente menciona tanto a Rosh Jodesh como a Shabbat (66:23): "Y será que, de luna nueva a luna nueva, y de shabbat a shabbat, toda carne vendrán a postrarse ante Mí, dijo Di-s".
El capítulo mismo, sin embargo, puede leerse tanto como un consuelo como una inspiración para aquellos que han permanecido fieles a Di-s y es por eso que no se la reemplaza por la que corresponde a Parashat Reé pues la temática de Nejamá - Consuelo aún sigue mencionándose. En este capítulo final de Isaías, Di-s promete que los malvados recibirán retribución y los fieles vivirán y resistirán. La luna, con su estado creciente y menguante, es un símbolo potente y omnipresente de tal promesa y, por lo tanto, es parte integral de la celebración de Rosh Jodesh.
Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Agosto 2022