כִּי־תִקְרַב אֶל־עִיר לְהִלָּחֵם עָלֶיהָ וְקָרָאתָ אֵלֶיהָ לְשָׁלוֹם׃
"Cuando te acerques a una ciudad para pelear contra ella, proclamale la paz" Devarim 20:10
En Parashat Devarim 5782 habíamos leído el relato de Mosheh contándole al pueblo que cuando quiso cruzar el territorio de Sijón envió mensajeros con palabras de paz para poder hacerlo, sin embargo este rey no los dejó pasar en paz y se armó una guerra.
Aquí la Torah nos trae la consigna: no afrontes acciones por provocación, inercia, enfado, busca usar las palabras. ¿¡Qué tan difícil sigue siendo esto!?
Estamos en Jodesh Elul, 29 días para hacer la paz con nosotros y con nuestro prójimo, días de suma introspección para mejorarnos y la Torah nos recuerda el camino, nos ayuda a ser mejores personas, saber utilizar nuestro cuerpo al máximo posible, poseemos una boca para emitir voz, dos orejas para ser comprensibles ante la escucha. Aunque también tenemos dos bocas, sólo que una es interna, no se ve, está en nuestros pensamientos, es esa voz interna, la que debemos escuchar antes de emitir juicio, la que debemos procesar antes de reaccionar. Es el gran desafío que tenemos.
El Ramban - Najmánides - nos dice "La Escritura está hablando de una guerra permitida [en lugar de una guerra requerida por la Torah, como ser la invasión de las siete naciones de Canaán], como se establece expresamente en esta sección, «Así harás con todas las ciudades que son muy lejos de ti (20:15)» (esto, según Rashi, implica que no estábamos obligados a ofrecer paz antes de invadir la tierra de Canaán pero el Ramban difiere con esta opinión) El llamado a la paz se aplica incluso a una guerra obligatoria. Y así lo dijeron nuestros rabinos en el Midrash de Eileh Hadevarim Rabbah y se encuentra también en Tanjuma y en la Guemará Yerushalmi: «Rabí Shmuel, hijo de Rabí Najmani, dijo: Iehoshua, hijo de Nun, cumplió las leyes de esta sección. ¿Qué hizo? Dondequiera que iba a conquistar, enviaba una proclama en la que escribía: El que quiera hacer la paz, que se presente y haga la paz; el que quiera irse, que se vaya, y el que quiera hacer la guerra, que haga la guerra. El gergeseo se fue con los gabaonitas que hicieron la paz, Iehoshúa hizo la paz. Los treinta y un reyes que vinieron a hacer la guerra, el Santo, bendito sea, los derribó, etc.»".
La última de las 19 bendiciones en la oración de la Amidah que recitamos, al menos, tres veces al día, concluye con la bendición de shalom, paz. Nuestros sabios en el Talmud, Tratado Gittin folio 61, nos invitan a saludar a un gentil con la bendición de shalom antes de esperar a que nos salude y, en caso de que lo haga, responder con la expresión shalom dos veces.
Deseo que podamos hacer la paz y no la guerra, que la humanidad crezca en compasión, crezca en comprensión, se oriente a un mundo donde el respeto por las diferencias sea un hecho y no un deseo, donde el respeto a los antepasados, a aquellos que estuvieron antes e hicieron grandes cosas sea recordado, donde la tolerancia bien entendida, mas que soportar, se refiere a respetar.
Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Septiembre 2022