Rashí, el exégeta, nos dice que de este versículo los sabios hicieron énfasis en el hecho de "no volverás", pues si Di-s bendice a la persona incluso cuando la gavilla llegó a manos del pobre inadvertidamente, o sea a causa de un olvido, con mayor razón bendecirá al que actúa con la intención de beneficiarlo.

La explicación de Rashí se debe a que aquí la bendición está ligada a esa acción del olvido en vez de mencionarla respecto a otras mitzvot. La respuesta es que si incluso por una gavilla que benefició al pobre sin que el dueño se enterara ni tuviera la intención de hacerlo, aun así la Torah dice que Di-s los beneficiará aún cuando ese dueño hace el bien intencionalmente. Como dice Ibn Ezra: "Porque diste lo que pensabas que era tuyo, pero Di-s te dará lo que verdaderamente es suyo".

Aquí nos encontramos con una situación particular pero general a la vez, al menos lo que pienso, pues creo aquí puede verse el segundo de los 8 niveles de Tzedaká que nos detalló Maimónides: "Dar anónimamente sin conocer la identidad del receptor". Di-s asigna una bendición para las personas que tienen los pensamientos correctos (Rabbeinu Bahya) y por eso la positividad, la buena intención, el buen camino (según nos marca la Torah) son las señales para que esas brajot lleguen a nosotros, hasta incluso cuando no la pidamos. No es casualidad que el 2do escalón de Tzedaká será dar anónimamente, aunque la intención es dar, no sabemos a quién lo hacemos, confiamos en que eso que damos será para bien de alguien más, ¡cuánto más, como dice este versículo citado, bendiciones recibiremos si llegamos a brindar al otro algo inadvertidamente!.

Podemos ver el ejemplo cuando perdemos una moneda o un billete y otro lo encuentra, cuando hacemos algo por alguien y sin saber estamos ayudando a un tercero, cuando nos damos cuenta que estamos teniendo lo que tenemos que tener y no pedimos o buscamos más cosas, cuando somos humildes, cuando simplemente con un accionar o una palabra acertada le haces bien al otro sin saberlo; como esas historias de cadena de favores.

Que el nivel de nuestra Tzedaká, de nuestras buenas acciones e intenciones, sean siempre con el mayor deseo que al otro le vaya bien como también queremos que a nosotros nos vaya bien, el bumeran de las buenas acciones existe, aunque a veces se demore en llegar, por eso hagamos que los milagros se hagan presente en nuestras vidas, que el bumeran no se demore en llegar, seamos solidarios, pero no seamos ingenuos, este no es un mundo de lo perfecto y siempre existirá algo que nos desestabilice, tenemos que ser cautos también.

Deseo que este Shabbat que nos va marcando el comienzo de la última parte del mes de Elul nos traiga buenas noticias, buenos augurios, que podamos estar siempre de pie con la ayuda de Di-s para fortalecernos. Como dice el Salmo 27 "Espera a Di-s, aníma y esfuerza tu corazón, y espera a Di-s". En Su mano encomiendo mi espíritu cuando duermo y cuando despierto. Y con mi espíritu mi cuerpo Di-s está conmigo, no temeré.

Shabbat Shalom
Tec. Sergio Man
Baal Tefilá, Baal Koré, Baal Tokea, Talmid de Melamed (VHH)
Septiembre 2022

Los ocho niveles son:

1. Darle trabajo a una persona (u otorgarle un préstamo para que inicie un negocio), de forma tal que no dependa de la Tzedaká en el futuro. Quién da este tipo de Tzedaká ayuda a su prójimo no solo en lo inmediato sino a largo plazo. Hay cuatro subniveles:
   1. Darle trabajo a un necesitado, o ayudarlo a conseguir uno.
   2. Establecer una sociedad con el necesitado (es inferior al anterior ya que pone al receptor en una condición de inferioridad, ya que lo haría sentir que no aportó lo suficiente).
   3. Otorgar un préstamo.
   4. Otorgar un regalo.
2. Dar anónimamente sin conocer la identidad del receptor.
3. Dar anónimamente conociendo la identidad del receptor.
4. Dar públicamente a un receptor anónimo.
5. Dar antes de que se le pida.
6. Dar por debajo de las posibilidades de uno después de que se le pida.
7. Dar voluntariamente, pero menos por debajo de las posibilidades de uno.
8. Dar de mala manera.