וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים יְהִי מְאֹרֹת בִּרְקִיעַ הַשָּׁמַיִם לְהַבְדִּיל בֵּין הַיּוֹם וּבֵין הַלָּיְלָה וְהָיוּ לְאֹתֹת וּלְמוֹעֲדִים וּלְיָמִים וְשָׁנִים׃
"Dijo Elo-him: Haya luminarias en la expansión de los cielos para separar entre el día y la noche; y que sean para señales y para los tiempos designados, y para días y años" Bereshit 1:14
El término מאורות - Mᵉ’orot -, nos enseña Chizkuni, nos recuerda a la luz creada ya en el primer día de la creación. Estos derivados ahora se dividieron en dos cuerpos emisores de luz separados, uno más grande que el otro, nombrados "sol" y "luna", respectivamente. Este versículo nos trae el recuerdo de lo que rezamos en la primera de las 2 bendiciones anteriores al Shᵉma‘ Yisra’el en nuestra Tᵉfillat ‘Arvit - servicio vespertino -, allí reconocemos a nuestro Creador y agradecemos a nuestra capacidad de poder distinguir entre el día y la noche y de ser conscientes del paso del tiempo.
"con Tu palabra traes las noches. Con sabiduría abres las puertas de los cielos; y con entendimiento cambias los tiempos y alternas las estaciones. Dispones las estrellas en su curso, en el cielo, según Tú voluntad. Creador del día y la noche, apartas la luz antes de la oscuridad y la oscuridad antes de la luz; haces que pase el día y traes la noche, y separas el día de la noche"
El Or HaChaim nos explica que la razón por la que dice "haya - יהי Yᵉhi -", en forma singular [en lugar de יהיו - Yihyu - su forma plural], alrededor de dos [luminarias] es para insinuar con esto que [solo] una de ellas brillaría durante el día, y por esta razón no utilizó la forma plural, pues cada una tiene su función, no fueron fijos sino rotativos, de tal manera que por su rotación, la noche y el día fueran distinguibles, y esto lo hizo como una señal para el reconocimiento de los días santos, su tiempo determinado de mostrarse, porque aunque existan todo el tiempo para nosotros sólo toman su forma cuando los podemos observar y eso nos marca el ciclo natural de la vida.
Este versículo citado, nos dice Rashí, está haciendo referencia al futuro, pues la función de cada una de estas luminarias nos sirven para determinar los "tiempos designados (מוֹעֲדִים - Mo‘ᵃdim)", es decir las festividades, y cada ḥag es determinado según la fase de la luna nueva. Sin embargo, como hay una diferencia de 11 días y fracción entre el año lunar (354 días) y el año solar (365 días), cada cierto número de años se agrega un mes lunar para emparejarlo con el año solar y las festividades no se desfacen de su época determinada, entonces como también tenemos en cuenta la órbita del sol para los cálculos es que es preciso que se lo mencione en este versículo.
Al intentar afirmar la acción de "separar entre el día y entre la noche", nos está queriendo indicar que si las luminarias fueran iguales, de qué otra manera podríamos distinguir la noche del día si ambas "brillaran como el día".
Bᵉreshit nos enseña cómo fue la creación de nuestro mundo, no nos dice cómo fue la creación del universo, lo que hay más allá de nuestro propio conocimiento. Por eso podemos decir que desde los orígenes de este mundo es que la naturaleza es importante, el "orden natural" de las cosas se rigen por la astronomía, y no es de sorprender que el patriarca ’Avraham se regía por las estrellas, que muchos pueblos antiguos hayan vivido conforme a la astronomía, que nuestra cultura judía tenga repercusión en los ciclos agrícolas, todo lo creado está marcarnos un camino, un tiempo, poder distinguir que no todo es igual.
Así como el sol y la luna parecen lo mismo, son distintos, cada uno cumple su función y conviven, así deseo que este Shabbat Bᵉreshit nos enseñe a convivir mejor con nosotros mismos pero en especial con los otros, porque todos estamos en el mismo lugar, todos fuimos creados similares pero distintos a la vez.
¡Shabbat Shalom!
Tec. Sergio Man
Ba‘al tᵉfilla, Ba‘al Kore, Ba‘al Tokea‘, Talmid de Melamed (VHH)
Octubre 2022