וְעַתָּה לֹא־אַתֶּם שְׁלַחְתֶּם אֹתִי הֵנָּה כִּי הָאֱלֹהִים וַיְשִׂימֵנִי לְאָב לְפַרְעֹה וּלְאָדוֹן לְכׇל־בֵּיתוֹ וּמֹשֵׁל בְּכׇל־אֶרֶץ מִצְרָיִם׃
"Y ahora no ustedes me enviaron acá, porque Di-s me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernante sobre toda la tierra de Egipto". Bᵉreshit 45:8
Sforno nos enseña: "ahora que has visto que el propósito de Di-s es un propósito que no podría haberse logrado sin todas las etapas que lo precedieron, no es más que razonable suponer que también las causas más lejanas que llevaron a todo esto eran parte del plan de Di-s."
No puedo dejar de preguntarme si el destino de nuestras vidas está predestinado o si nuestras vidas son una cadena de sucesos que con nuestra acción de por medio hace que nos sucedan las cosas.
Estar predestinado es muy cómodo pues así se eliminan responsabilidades. Uno ya no es culpable de sus maldades, ni responsable de sus actos, sino que es el destino y aquél que escribió un plan maestro y nos dio ese papel en la obra quien lo encomendó. Gracias al libre albedrío volvemos a ser responsables de nuestros comportamientos y podemos ser castigado por ellos, ya sea aquí o en otra vida.
Repetimos nuestras elecciones en un patrón constante. Llevamos escrito dentro gran parte de nuestro destino. Aunque en cada momento seamos capaces de elegir y tengamos la ilusión de ser dueños de nuestro camino, puede que siempre elijamos las mismas cosas, las que tenemos costumbre de elegir, aquéllas con las que nos sentimos más cómodos porque ya conocemos.
Allí en la rutina, en nuestra zona de comfort es donde dejamos que las cosas pasen y culpamos a nuestro entorno por lo que nos sucede a nosotros, y no nos ponemos a pensar que quizá sea nuestra in-acción en esa rutina la que provoque que nuestro destino sea ese. Por eso entra el libre albedrío en juego, porque nuestra esencia y nuestro objetivo en esta vida puede que venga escrito, pero somos nosotros, los seres humanos con consciencia, los que forjamos nuestra realidad, presente, pasado y futuro. Si no lo creemos solo basta con ver nuestro entorno, cómo la ciencia y la curiosidad de algunos hizo la evolución en elementos de comunicación, de facilitadores, de que un sueño o una ficción sea realidad, y cada uno de nosotros no somos ajenos a esa evolución, tenemos que adaptarnos, reinventarnos en cada instante. Somos seres cambiantes, y nuestro "destino" puede cambiar cuando alguna fuerza ajena implica un cambio de rumbo.
Queremos ser libres y sentirnos dueños de nuestro propio destino pero, al mismo tiempo, queremos ser capaces de predecir el futuro como si éste no se construyera a cada paso. Tenemos que tomar el timón de nuestras vidas, sumergirnos en ella, tratar de ver dónde la vida nos puso y ser el mejor en ese rol que nos tocó, y si eso no nos hace feliz es porque nuestro camino tiene cambiar y la brújula hay que redireccionar.
Que este Shabbat que coincide con el cierre de un año civil nos deje ser capaces de percibir nuestras vidas, ver dónde estamos y de dónde venimos, para que así podamos ser conscientes y planificar lo que se nos vendrá.
¡Shabbat Shalom! Y Feliz año 2023.
Tec. Sergio Man
Ba‘al tᵉfilla, Ba‘al Kore, Ba‘al Tokea‘, Talmid de Melamed (VHH)
Diciembre 2022
Inspiración: https://empresas.blogthinkbig.com/destino-esta-escrito/