Shᵉmot 39:14 "Las piedras, según los nombres de los hijos de Yisra’el, eran doce según sus nombres, grabados en relieve, cada uno por su nombre, por las doce tribus"
וְהָאֲבָנִים עַל־שְׁמֹת בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל הֵנָּה שְׁתֵּים עֶשְׂרֵה עַל־שְׁמֹתָם פִּתּוּחֵי חֹתָם אִישׁ עַל־שְׁמוֹ לִשְׁנֵים עָשָׂר שָׁבֶט׃
Imaginemos a un joven hábil artesano, sosteniendo piedras de ónice. Cada una, como un pequeño mundo, lleva consigo impreso el nombre de una tribu. ¿Por qué estas gemas? ¿Por qué grabar los nombres? Cada una de estas piedras preciosas, que serían incrustadas en el efod, el pectoral del Kohen, tenían grabado cada uno de los nombres de las doce tribus de Yisra’el.
Me llama poderosamente la atención la repetición en este versículo, el énfasis en los "nombres". El arquitecto principal del Mishkan y responsable de todo el proyecto fue Bᵉtzal’el, cuya palabra envuelve una traducción así como "A la sombra de Di-s". Él fue quien dirigió al grupo para hacer físicamente el Tabernáculo, el Arca de la Alianza y el resto de los objetos para la adoración a Di-s en el desierto. Dicen los Sabios que cuando se construyó el Mishkan, Bᵉtzal’el sólo tenía 13 años (Sanhedrin 69b).
Así como Bᵉtzal’el resaltó entre sus pares, así tenemos muchas personas que logran destacarse con su impronta, con su don, con sus habilidades. Las piedras eran variadas en color y textura, al igual que las tribus de Yisra’el, cada una tenía su propia identidad única, también cada persona es una gema única. Pero no debemos olvidar que todas las tribus en este momento estaban unidas en un propósito común.
Aprendamos a valorar nuestras diferencias y a trabajar juntos como un pectoral unido. Imagina que eres una de esas gemas. ¿Qué nombre llevarías? ¿Qué cualidades representarías?
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Israel, Shalom al olam!
Moré Sergio Man
Ba‘al tᵉfilla, Ba‘al Kore, Ba‘al Tokea‘, Melamed (VHH)
Marzo 2024