Vayyikra 10:20 "Oyó Moshé y pareció bien a sus ojos. וַיִּשְׁמַע מֹשֶׁה וַיִּיטַב בְּעֵינָיו׃"
La Parashá nos presenta un momento crucial después de la dedicación del Tabernáculo cuando los hijos de ’Ahᵃron, Nadav y ’Avihu, ofrecieron un fuego extraño ante Di-s, lo que resultó en su muerte inmediata. En esta historia encontramos una lección profunda sobre el reconocimiento de errores, ilustrada por el Sumo Sacerdote ’Ahᵃron después de este suceso y bajo el cuestionamiento de Moshé.
Rashi destaca la humildad y la sinceridad en la respuesta de ’Ahᵃron a Moshé, donde reconoce que él y sus hijos han ofrecido su expiación por el pecado, reconociendo así la gravedad de lo sucedido. Esta actitud de aceptación y arrepentimiento es fundamental para el proceso de expiación y reconciliación con Di-s y la comunidad.
En lugar de buscar excusas o justificaciones, ’Ahᵃron muestra una profunda humildad al reconocer su papel en los acontecimientos. Moshé hizo dos reclamos, por un lado el no haber quemado la ofrenda por el pecado y por otro lado no haberlo consumido. Pensó que habían sacado los Kohanim el sacrificio al patio y por este acto había quedado profanado y hubo que quemarla. Cuando le responden que esta no fue la situación reclamó entonces el por qué no lo habían comido para realizar la expiación. Ahí intercede ’Ahᵃron y explica que sus hijos no vertieron la sangre, sino que fue él mismo, estando en un estado de onén (es decir, un deudo cuyo pariente cercado fallecido no había sido enterrado) podía hacer ofrendas, y que no había cumplido la orden de Moshé del consumo del sacrificio a causa de la desgracia que había ocurrido. Esta actitud nos inspira a reflexionar sobre nuestras propias acciones y a aceptar la responsabilidad por las consecuencias que estas puedan tener.
Este diálogo entre los hermanos Moshé y ’Ahᵃron insta a practicar la humildad y el arrepentimiento en nuestras vidas, reconociendo nuestros errores y buscando la reconciliación tanto con los demás como con lo divino. Moshé no tuvo vergüenza en reconocer que su hermano tenía razón, aunque el versículo no dice que Moshé estuvo de acuerdo o en desacuerdo, simplemente dice que "le pareció bien". A veces, aceptar una decisión o una corrección sin resistencia es un signo de madurez y sabiduría.
Que esta lección atemporal nos recuerde la importancia de cultivar la responsabilidad personal y la conexión espiritual en nuestro camino hacia la integridad y la rectitud.
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
Moré Sergio Man
Abril 2024