Bᵉmidbar 2:2 "Cada uno según su bandera con las insignias de sus casas paternas, acamparán los hijos de Yisra’el אִישׁ עַל־דִּגְלוֹ בְאֹתֹת לְבֵית אֲבֹתָם יַחֲנוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל מִנֶּגֶד סָבִיב לְאֹהֶל־מוֹעֵד יַחֲנוּ׃"
Esta semana comenzamos a leer el cuarto libro de la Torá. En uno de los versículos de esta semana dice "’ish אִישׁ", que significa exactamente "hombre" o "individuo", hace referencia a cada uno de los miembros de las 12 tribus de Yisra’el.
Durante la travesía del desierto las tiendas de cada familia se ubicaban alrededor del tabernáculo, del Mishkan, tres tribus en cada esquina marcando el norte, el sur, el este y el oeste, cubriendo la tienda de reunión que se encontraba en el centro.
La palabra ’ish que marca el versículo habla del individuo porque nosotros en la individualidad marcamos la diferencia. Cada individuo se une con otro para formar la sociedad.
Rashi, explica que cada tribu tenía su propio estandarte con un color específico y un símbolo que correspondía a la bendición que Ya‘ᵃkov les dio antes de su muerte. Este acto de acampar bajo sus propias enseñas reforzaba la identidad única de cada tribu y su legado. Cada uno de nosotros tiene una identidad y un legado únicos, representados por nuestras tradiciones y herencias familiares. ¿Cómo podemos honrar y preservar nuestra identidad única mientras servimos a nuestra comunidad y a Di-s?
El Midrash Tanchuma resalta que aunque cada tribu era distinta y tenía su propio lugar y bandera, todas estaban organizadas alrededor del tabernáculo. Esto simboliza la unidad en la diversidad. Las diferencias no solo se aceptan sino que se celebran, y juntas forman una comunidad adherente. ¿Cómo podemos fomentar la unidad dentro de nuestras comunidades, respetando y valorando las diferencias individuales? ¿Qué podemos aprender de la estructura del campamento en el desierto para aplicar en nuestras vidas hoy?
El tabernáculo, en el centro del campamento, simboliza la centralidad de la presencia divina en la vida del pueblo. Ramban comenta que la disposición alrededor del tabernáculo indica que toda la vida del campamento gira en torno a la santidad y al servicio divino. ¿Está Di-s en el centro de nuestras vidas diarias? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras acciones y decisiones reflejen este enfoque centrado en la santidad y el servicio?
Sforno observa que el orden en el campamento reflejaba no solo la organización física, sino también una estructura espiritual y moral. Este orden es un reflejo del cosmos, donde cada elemento tiene su lugar y propósito bajo la guía divina. ¿Estamos viviendo nuestras vidas de acuerdo con el orden y la estructura que Di-s ha establecido? ¿De qué manera podemos alinear nuestras acciones y prioridades con este orden divino?
Estas enseñanzas nos llaman a vivir vidas de propósito y orden, y respetuosas de la diversidad. Que estas reflexiones y enseñanzas nos inspiren a vivir vidas que honren a Di-s y promuevan la unidad y el propósito en nuestras comunidades y en el mundo.
El compromiso: ¿Podemos fomentar la unidad dentro de la comunidad a partir de la individualidad para poder nosotros construir nuestro tabernáculo hoy en día?
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
Moré Sergio Man
Junio 2024