Bᵉmidbar 27:16 "Designe el Eterno, Di-s de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación יִפְקֹד יְהֹוָה אֱלֹהֵי הָרוּחֹת לְכׇל־בָּשָׂר אִישׁ עַל־הָעֵדָה׃"
En esta sección leemos cómo se iba a repartir la herencia de la tierra, encontramos un censo donde Di-s le pide a Moshé que cuente cuántos miembros había por cada familia, y que haga un sorteo para que pueda designar cada parte de la tierra a cada familia, las familias más numerosas iban a tener una tierra más amplia, y las familias menos numerosas iban a tener una porción más pequeña.
También tenemos una segunda herencia, que es la de poder, encontramos que Moshé asume su destino, que no iba a poder ingresar a la tierra, y le pide a Di-s que designe un sucesor. Lo designan a Yᵉhoshua‘ bin-nun y así es como Moshé frente a todo el pueblo pone sus manos sobre Yᵉhoshua‘ y le traspasa el liderazgo.
Este clamor no es solo una petición por un sucesor, sino una profunda reflexión sobre el liderazgo, el legado y la continuidad. Moshé, al igual que todos nosotros, comprendía que la vida es un relevo, una carrera en la que pasamos la antorcha a las siguientes generaciones. Pero, ¿qué significa ser un líder en nuestros tiempos? ¿Qué cualidades buscamos en aquellos que nos guían?
En un mundo cada vez más complejo y desafiante, necesitamos líderes que no solo sean sabios y valientes, sino también compasivos, visionarios y capaces de inspirar a otros. Moshé nos enseña que el verdadero liderazgo no se trata de poder o posición, sino de servicio. Es la capacidad de poner las necesidades de los demás por encima de las propias, de guiar con humildad y de inspirar esperanza. Es la valentía de enfrentar lo desconocido, de tomar decisiones difíciles y de permanecer fiel a nuestros valores, incluso cuando las circunstancias son adversas.
Pero el liderazgo no es solo una responsabilidad de unos pocos, sino una vocación que todos podemos cultivar. Cada uno de nosotros, en nuestra familia, comunidad o lugar de trabajo, tiene la oportunidad de ser un líder. Podemos inspirar a otros con nuestras acciones, nuestras palabras y nuestro ejemplo. Al igual que Moshé, también nosotros podemos mirar hacia el futuro con esperanza. Podemos confiar en que Di-s continuará levantando líderes para guiarnos y protegernos. Y podemos estar seguros de que nuestro legado vivirá más allá de nosotros, si sembramos semillas de fe, amor y esperanza en los corazones de aquellos que vienen después.
Este pasaje nos invita a reconocer la divinidad en cada ser humano. Moshé se refiere a Di-s como "el Di-s de los espíritus de toda carne", subrayando la chispa divina presente en cada uno de nosotros. Cada persona, cada individuo en nuestras vidas, tiene un espíritu único y valioso que merece respeto y dignidad. Que esta Parashá nos inspire a todos a ser líderes más efectivos, a cultivar un espíritu de servicio y a construir un futuro mejor.
‘Am Yisra’el ḥai
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
Moré Sergio Man
Julio 2024