Bᵉreshit 17:1 "Era Abram de noventa y nueve años cuando se le mostró el Eterno a Abram y le dijo, Yo soy Dios, el Omnipotente. Encamínate delante de Mí y sé íntegro." וַיְהִי אַבְרָם בֶּן־תִּשְׁעִים שָׁנָה וְתֵשַׁע שָׁנִים וַיֵּרָא יְהֹוָה אֶל־אַבְרָם וַיֹּאמֶר אֵלָיו אֲנִי־אֵל שַׁדַּי הִתְהַלֵּךְ לְפָנַי וֶהְיֵה תָמִים׃
"Camina delante de Mí y sé íntegro" no es solo una instrucción para el patriarca Abram, sino un mensaje que atraviesa generaciones y nos interpela en nuestra realidad actual. En un mundo lleno de dilemas y presiones, la integridad a menudo parece un ideal difícil de alcanzar. ¿Qué significa caminar con integridad en un mundo lleno de desafíos y contradicciones?
Di-s nos recuerda que ser íntegros y actuar con coherencia es un camino posible, aunque desafiante. La palabra "tamim תָמִים", que en hebreo significa íntegro o completo, sugiere mucho más que una rectitud superficial; nos habla de una sinceridad profunda, donde pensamientos, palabras y acciones se alinean en un propósito auténtico. Cuando Di-s le pide a Abram que "camine delante de Él", lo está invitando a vivir en una constante relación de honestidad, sin ocultar quién es ni adaptarse a la incertidumbre de su tiempo, confiando en la promesa divina incluso cuando esta todavía no se cumple.
Hoy en día, esta enseñanza sigue siendo relevante. La rapidez de nuestro entorno y las exigencias de la sociedad a menudo nos empujan hacia decisiones rápidas o nos llevan a proyectar una imagen de nosotros mismos que no siempre es genuina. Ser íntegros en la vida cotidiana requiere una valentía especial, una disposición a actuar en base a nuestros valores y creencias aún cuando la presión del entorno invite a lo contrario. La verdadera fuerza radica en caminar con confianza en lo que somos y en lo que creemos, porque hacerlo es también una forma de acercarnos a Di-s. Ser íntegros, como se le pide a Abram, es una elección de cada momento que ilumina nuestro camino y nos permite vivir de acuerdo a una ética interna, sin depender de lo que los demás piensen o esperen.
Así como Abram recibió la promesa de un destino grandioso y, aún sin ver el cumplimiento inmediato, mantuvo su fe y su conducta recta, también nosotros podemos encontrar en la integridad una fuente de sentido y fortaleza. Aunque la senda pueda ser difícil, este llamado a la integridad es una invitación a construir una vida plena y auténtica, recordando que nuestra relación con Di-s no depende de apariencias sino de un compromiso sincero con el bien. Al recorrer el camino de la rectitud, no solo avanzamos nosotros, sino que inspiramos a quienes nos rodean, creando así un impacto positivo y duradero en el mundo.
Que esta semana todos encontremos la fuerza para caminar con integridad, recordando que, aunque el viaje sea difícil, no estamos solos. Di-s está con nosotros, guiándonos y alentándonos a ser la mejor versión de nosotros mismos.
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
HaMoré Sergio Man
Noviembre 2024