Bᵉreshit 36:1
Y estas son las generaciones de ‘Esav, el cual es ’Edom
וְאֵלֶּה תֹּלְדוֹת עֵשָׂו הוּא אֱדוֹם
La Torá nos recuerda que ‘Esav no solo es un individuo, sino el fundador de un pueblo: ’Edom. Este pueblo, como sus orígenes, representa características y elecciones que marcan su identidad. Las decisiones impulsivas pueden definir no solo nuestra vida, sino también la identidad de generaciones futuras.
El Midrash Rabá (63) explica que el nombre ’Edom proviene del incidente de las lentejas rojas (leer Bᵉreshit 25:30), cuando ‘Esav priorizó lo inmediato sobre lo eterno, vendiendo su primogenitura por un plato de comida.
Este acto simboliza cómo las decisiones impulsivas pueden definir no solo nuestra vida, sino también la identidad de generaciones futuras. ¿Estamos tomando decisiones con visión a largo plazo o solo buscando satisfacciones inmediatas?
El énfasis en "‘Esav es ’Edom" destaca la separación entre él y su hermano Ya‘ᵃkov. ’Edom llegó a representar a las naciones que buscan destruir a Yisra’el, pero Ya‘ᵃkov e Yisra’el se mantuvieron fieles al pacto divino (Midrash Tanjuma). En la literatura rabínica, se convierte en un símbolo de Roma y, por extensión, de las fuerzas que desafían los valores espirituales de Yisra’el. Las elecciones de ‘Esav no solo afectaron su destino, sino que crearon un paradigma de oposición espiritual y moral que continúa hasta hoy.
’Edom, en la literatura rabínica, se convierte en un símbolo de Roma y, por extensión, de las fuerzas que desafían los valores espirituales de Yisra’el. En el Midrash Rabá aprendemos que en el futuro, ’Edom será transformado. Esto nos enseña que, aunque las elecciones del pasado nos influyen, siempre existe la posibilidad de cambiar el rumbo. Cada día es una nueva oportunidad para redefinir quiénes somos y lo que representamos. La Torá enfatiza que los rasgos de ‘Esav - como su orgullo, impulsividad y enfoque en lo físico - se perpetúan en su nación.
Decir y repetir que "‘Esav es ’Edom" no es solo un dato genealógico; es un recordatorio de que nuestras elecciones y valores construyen una identidad que trasciende nuestra vida. ‘Esav nos enseña las consecuencias de elegir lo inmediato sobre lo eterno. ’Edom representa los desafíos externos e internos que debemos superar para vivir en alineación con nuestra misión espiritual. Y, finalmente, la tradición judía nos enseña que incluso el legado más complicado puede ser transformado con esfuerzo y visión.
"Cada decisión que tomamos es un ladrillo en la construcción de nuestra identidad y de las generaciones que vienen detrás. Construyamos con sabiduría, visión y propósito". ¿Cómo podemos asegurar que nuestro legado sea uno de conexión espiritual, compromiso y valores que iluminen a las generaciones futuras?
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
HaMoré Sergio Man
Diciembre 2024