Bᵉreshit 44:16 Contestó Yehudá, ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos y cómo nos justificaremos? Di-s ha hallado el pecado de tus siervos... וַיֹּאמֶר יְהוּדָה מַה־נֹּאמַר לַאדֹנִי מַה־נְּדַבֵּר וּמַה־נִּצְטַדָּק הָאֱלֹהִים מָצָא אֶת־עֲוֺן עֲבָדֶיךָ ...
Con las mismas palabras que Yehudá encara a Yosef comenzamos las primeras oraciones de Slijot, la serie de textos que leemos durante el mes de Elul, y las mismas palabras también se agregan al Tajanún diario, en las súplicas para que Di-s perdone en forma generosa a la persona de sus pecados. ¿Qué relevancia tiene?
Nos enseña el Talmud que la palabra "justificaremos" - "נִּצְטַדָּק | Nitztaddak" es una abreviatura de
- somos honestos [נ nᵉkhonim]
- somos justos [צ tzaddikim]
- somos puros [ט tᵉhorim]
- somos inocentes [ד dakkim]
- somos santos [ק kᵉdoshim].
Los Sabios exigieron que esta palabra sea insinuada en justificación para limpiar las manos de los hermanos.
Yehudá habla en plural, incluyendo a todos los hermanos en lugar de señalar únicamente a Binyamin. Este cambio de actitud es notable, ya que contrasta con la acción pasada de los hermanos, cuando abandonaron a Yosef sin remordimiento. Ahora, están dispuestos a enfrentar las consecuencias juntos. El Midrash enfatiza que esta declaración muestra la transformación de los hermanos. Antes eran un grupo dividido por celos y egoísmo; ahora están unidos, dispuestos a compartir la carga y proteger a su hermano menor.
Aunque Yehudá no pronuncia una confesión directa de su pecado anterior, su humilde postura y su disposición a convertirse en esclavo en lugar de Binyamin implican un profundo arrepentimiento. Su anterior papel como instigador de la venta de Yosef contrasta fuertemente con su actual sacrificio por Binyamin. Este cambio es un poderoso ejemplo de teshuvá y crecimiento moral.
Esto establece que el arrepentimiento pleno ocurre cuando alguien enfrenta una situación similar a la de su pecado anterior, pero actúa de manera diferente. En este caso, los hermanos vuelven a enfrentarse a la posibilidad de perder al hermano menor, como ocurrió con Yosef. Sin embargo, esta vez reaccionan con unidad y disposición al sacrificio. Yehudá incluso está dispuesto a quedarse como esclavo para salvar a Binyamin.
Estas palabras no son una simplemente confesión de culpabilidad, sino un reconocimiento de la soberanía de Di-s, una manifestación de arrepentimiento implícito, un acto de demostración de la unidad del pueblo judío. Al estudiar este versículo a través de la lente de la tradición, obtenemos una comprensión más profunda de su significado y su relevancia para nuestras vidas en los rezos diarios.
¡Shabbat Shalom! ¡Shalom al Yisra’el, Shalom al olam!
HaMoré Sergio Man
Diciembre 2024