- Parasha
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Imagino la escena. Abraham, sentado a la sombra de un árbol durante un caluroso día del verano en la región desértica del Neguev. Estaba pensativo, mirando hacia el suelo y cuando “levantó la vista” se encontró con tres personajes parados delante de él. Abraham les “hizo reverencia” y les ofreció su hospitalidad, que incluía agua (para lavar los polvorientos pies de los visitantes); comida (pan, y un ternero a las brasas) y descanso. Mientras todo esto ocurría, uno de los visitantes le informa a Abraham que Sara sería madre el siguiente año, lo cual causó la risa de Sara (en realidad reía por no llorar, ya que prometerle hijos a un matrimonio que ya llevaba un siglo de vida, parecía una burla). Los visitantes, habiendo escuchado la risa de Sara le preguntan a Abraham el por qué de su risa, de su incredulidad. Pero sin darle tiempo a responder, le lanzaron una pregunta que ha dejado huellas a través de los siglos ¿Hay algo demasiado difícil para Adon-i?