- Parasha
- Visto: 653
"וַיְהִי כַאֲשֶׁר תַּמּוּ כׇּל אַנְשֵׁי הַמִּלְחָמָה לָמוּת מִקֶּרֶב הָעָם׃ וַיְדַבֵּר יְהֹוָה אֵלַי לֵאמֹר׃"
“Y sucedió que cuando todos los hombres de guerra terminaron de morir del seno del pueblo, el Eterno me habló diciendo.»” Devarim 2:16-17.
Un interesante dato nos trae Moshé en esta parashá, en este comienzo de contar "un resumen" de todo lo vivido, a instantes de ingresar el pueblo a Eretz Canaán. No es casualidad que esta Parashá se lea siempre previo a Tishá beAv, donde nuestras peticiones a Di-s se disminuyen hasta hacerse casi nulas, donde estamos pero Di-s no nos responde.
Rashí nos explica que desde el episodio de los meraglim (emisarios) hasta este momento la Torá no dice que Di-s "habló" - "לדבר" a Moshé, sino solamente "y dijo" - "ויאמר". Esto nos enseña que durante los 38 años que los israelitas habían sido desatendidos por Di-s, la Palabra divina no fue dirigida a Moshé con un lenguaje de cariño, y con tranquilidad mental. Nos enseña que la Presencia Divina solamente reside sobre los profetas en aras del pueblo de Israel, como sucedió en el suceso del becerro de oro, que Di-s le dijo a Moshé "Desciende de tu grandeza. Yo sólo te otorgué la grandeza en aras de ellos".